Page 231 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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Los domingos, durante las horas en que se oficien los actos religiosos, no se fijará
servicio alguno para la HJ, para proporcionar a todos la ocasión de poder concurrir a las
iglesias.
Una vez terminada la divergencia entre la HJ y las asociaciones religiosas de la juventud
por medio de la Ley del 1.º de diciembre, resulta para mi una consecuencia natural
ordenar que en el cuadro de la gran organización nacional que acaba de constituirse,
estén obligados todos sus jefes a abstenerse de toda clase de manifestaciones al estilo de
las antiguas controversias, debiendo ellos, por otra parte, velar porque los oficios
divinos de los domingos, así como los demás actos puramente religiosos no sufran por
las obligaciones de los jóvenes en el servicio en la HJ.”
En cumplimiento de esta promesa, el 26 de junio de 1937 fue delimitada y reglamentada
la relación de la HJ con las confesiones religiosas por medio de disposiciones dictadas
por el Jefe Nacional de la Juventud. Una vez hecho constar en el plan de servicio de la
HJ que esta había de quedar libre el tiempo fijado para el culto religioso, se estableció
que, en consideración a las funciones espirituales de las iglesias y las asociaciones
religiosas, se concediera permiso a requerimiento de los interesados, para concurrir a los
oficios de culto extraordinarios, a saber: Ejercicios durante varios días, peregrinaciones,
cursos misionarios, preparación para el examen religioso, instrucción de los
catecúmenos, etc. Sin embargo, la asistencia a estos actos sin la debida licencia sería
castigada de acuerdo con las disposiciones disciplinarias de la HJ. Durante el tiempo de
permanencia en un campamento no se concederían licencias, como tampoco cuando con
el otorgamiento de las mismas quede obstaculizado el desenvolvimiento regular del
servicio de la HJ, ni cuando las peticiones se hicieran en número excesivo.
Por otra disposición se regula la cuestión de la doble pertenencia de afiliados inscritos
simultáneamente en la HJ y en alguna de las asociaciones religiosas, y se admiten
excepciones en casos justificados para la conservación de la doble pertenencia a pesar
de la prohibición fundamental.
Organización de la Juventud Nacionalsocialista
La Juventud se divide en tres grandes pilares: El “Jungvolk”, Juventud Hitleriana (HJ) y
la Asociación Femenina Alemana (BDM). Los Pibes comprenden, como ya se ha dicho,
los muchachos de 10 a14 años, la Juventud Hitleriana los de 14 a18 años de edad, y la
Asociación Femenina, con una diferencia equivalente, comprende las muchachas de 10
a 14 y las jóvenes hasta los 21 años de edad. El movimiento se divide territorialmente
en cinco regiones: Este, Norte, Sur, Centro y Oeste. Las regiones se subdividen en 4 a 5
comarcas; una comarca (100.000 jóvenes por término medio), se divide a su vez en 2 a
5 banderas superiores, las cuales se componen de subbanderas, y estas a su vez de
secciones. Las secciones, por último, se dividen en bandas y escuadras. La escuadra
representa la unidad más pequeña de la Juventud (unos 15 afiliados).
Al frente de cada unidad se halla un jefe. La HJ cuenta con unos siete millones de
asociados, siendo así la organización más grande del movimiento nacionalsocialista. Por
esta razón, no es de extrañar que la HJ tenga necesidad de un gran número de jefes de
ambos sexos. En las unidades inferiores existen todavía sin cubrir unas 290.000 plazas,
y en las unidades medias unas 30.000.1.250 superiores carecen de jefes. Por la
incorporación obligatoria al servicio militar o al servicio del Trabajo se produce todos
los años un cambio sensible (un 20% aproximadamente) en el personal directivo de la
Juventud.
La instrucción de este cuerpo de jefes se lleva a cabo en las escuelas regionales
especiales, y en las tres escuelas nacionales creadas a este fin. Las muchachas se
instruyen igualmente en escuelas provinciales propias, y en tres escuelas nacionales para
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