Page 239 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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compañía femenina de combate, ni ningún batallón femenino de tiradoras. Esto no sería
igualdad de derechos, sino inferioridad de derechos de la mujer.”
Un campo de acción inconmensurablemente amplio se ofrece a la mujer en la nueva
Alemania, desde luego, no se trata en modo alguno de hacerle renunciar al ejercicio de
una profesión. Sólo se pretende proporcionarle en amplia escala la posibilidad de
contribuir a la fundación de una familia y de tener hijos, ya que así beneficia al pueblo
de la mejor manera. Si actualmente un jurisconsulto femenino demuestra su capacidad
en el foro, y a su lado hay una madre que ha criado por si misma cinco, seis o siete
hijos, la labor y sacrificio de esta madre, conforme con los conceptos nacionalsocialistas
sobre el valor eterno de un pueblo, vale mucho más que la realizada por la primera
mujer. El Estado, según la opinión de Hitler, tiene el deber de hacer lo posible o, por lo
menos, de facilitar a todo hombre y a toda mujer el casarse según los dictados el
corazón. El Gobierno se esfuerza en la solución de este problema por medio de la
legislación, con el propósito de crear una raza sobre todo fuerte y sana.
La designación de hombres y mujeres a las funciones peculiares de su sexo, no implica
ningún menosprecio para la mujer. No hace más que establecer las diferentes
condiciones naturales, y está muy lejos de relegar a la mujer a n plano secundario. La
misión de la mujer alemana en el nuevo Estado es muy superior a la de ser, tanto en la
política como en la profesión, un factor de competencia para el hombre. Igualmente es
falsa la suposición de que la actividad de la ama de casa sea improductiva. Esta es una
frase que en la Alemania de la época anterior llegaba a oirse con bastante frecuencia; tal
frase sólo podía engendrarse en el pensamiento de una época que por productividad no
entendía otra cosa que la ventaja personal y de la propia familia, una ventaja que
pudiera contarse o palparse, pero nunca el interés superior de la totalidad del pueblo,
que a su vez también beneficia indirectamente al individuo particular.
La Asociación femenina nacionalsocialista y la Obra femenina alemana
La Asociación femenina nacionalsocialista tuvo su origen en los días de lucha del
Partido como organización de las mujeres nacionalsocialistas. Su estructura general es
paralela a la del Partido: Al frente de la misma se halla la jefa Sra. Gertrud Scholtz-
Klink. Las divisiones inferiores están organizadas en jefaturas regionales, de distrito y
locales, en células y bloque. El número de mujeres que abarca la organización se eleva
en total a once millones.
Con la fecha del 30 de enero de 1933 quedó libre el camino para la realización del
programa fijado de antemano; la Obra femenina alemana surgió con el objeto de reunir
las numerosas asociaciones femeninas, pequeñas y grandes, a las cuales faltaba la
dirección unitaria y la base ideológica nacionalsocialista. La Obra femenina alemana
representa actualmente el gran hogar común para todo el sexo femenino alemán . A ella
pertenecen todas las organizaciones, asociaciones y afiliadas particulares, que toman
una parte activa en la obra común del pueblo. El ama de casa y la estudiante
universitaria, la maestra y la enfermera, la obrera y la artista, están agrupadas en una
sola comunidad de trabajo.
Tras de los vetustos arbolados de la calle Derfflinger, en el oeste de Berlín, se encuentra
el nuevo edificio de la Asociación femenina alemana. Comprende cuatro secciones
administrativas y cinco grandes secciones principales de trabajo. Las secciones
administrativas tienen a su cargo la administración de las secciones directivas, la
organización general de la prensa y propaganda, Algunos datos sobre las cinco
secciones principales de trabajo contribuirán a dar al lector una idea de la actividad
extraordinaria de esta institución.
La sección de “Cultura, Educación e Instrucción” tiene como campo de acción: la
instrucción ideológica (a ella pertenecen las dos escuelas normales de trabajo en
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