Page 118 - Egipto TOMO 2
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EL CAIRO 117
frente y la garganta de polvo, cual las mujeres del antiguo Egipto, y lanzando gritos y
lamentos tan agudos é intensos que no parece sino que apuestan á cual chillará más. Todo
ese convoy abigarrado
y no nada silencioso marcha, no con el paso lento y mesurado que se
usa en Europa en circunstancias parecidas, sino aprisa y corriendo, dirigiéndose en primer
El ataúd se coloca
lugar á la mezquita donde deben entonarse las plegarias para el difunto.
CALLE Y MEZQUITA
delante del nicho de las oraciones, es decir, la kibla, y el séquito, después de haber practicado
las abluciones prescritas por la ley, se coloca detrás del celebrante. Cuatro veces, una en alta
voz y las tres restantes en voz baja, se entona el AUahu akbar, «Dios es grande,» después
de lo cual se pronuncia una oración para el descanso eterno del alma del muerto y se repite
la salutación á Mahoma: «La salutación y la bendición de Dios caigan sobre nuestro señor
» Maboma, sobre su familia v sobre sus compañeros!» Siguen á esto ciertas ceremonias que
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EGIPTO, TOMO II.