Page 196 - Egipto TOMO 2
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EL EGIPTO SUPERIOR             197
              Copies,  al lugar que  fué, andando  el tiempo,  el Puerto Blanco (Leukos Limen). Los
              Majerofe se detenían principalmente en cinco lugares de parada, y los Faraones atendieron
              á la necesidad de abrir grandes
                                    cisternas á  orillas  del camino. Las comunicaciones se
              estableciei on con la costa de Somalí y la Arabia meridional
                                                  ; explotáronse las minas de oro de
              la Etiopia \ las de la península sinaítica; completóse la división del país en nomos, y, según
              hemos indicado, Amenemha III (Moeris) puso especial atención en proporcionar al país
                                                                      el
              beneficio del riego. Las artes alcanzaron un vuelo extraordinario, especialmente la arquitec-
              tuia, que logró dar con nuevos caminos para su desenvolvimiento. A este tiempo pertenecen
              la fundación del gran santuario nacional de Tébas,
                                               el templo del Sol en Heliópolis,  y  el
              Labeiinto, destinado en un principio á sepulcro. También son de dicha época los primeros

















                                   INMIGRACION SEMÍTICA AL NOMO MAH
             colosales obeliscos. Las inscripciones labradas en las canteras revelan la actividad prodigiosa
             que desplegaron en las construcciones los faraones de la dinastía duodécima.
                                                             El estilo de los
             jeroglíficos que  se ven en los monumentos que de esta época se conservan  es de una
             simplicidad  extraordinaria, pudiéndose asegurar que no existe escultura alguna egipcia,
             superior al fragmento de una estatua sentada de Usertesen I  , cuya parte superior desgracia-
             damente se ha perdido. Fué descubierta en Tanis, y al presente excita la admiración de los
             inteligentes en el Museo de Berlin.  El hombre que supo modelar aquella pierna derecha, era
             un artista en toda la extensión de la palabra.  Cierto que los pintores carecían de la facultad
             de reproducir los objetos tales cuales se ofrecen á la mirada
                                                  , cuando se les contempla desde
             un punto determinado, de suerte que jamás supieron emplear en sus trabajos, como no sea
             hasta los últimos tiempos de la dominación de los faraones, los principios más elementales de
                  EGIPTO, TOMO II.
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