Page 349 - Egipto TOMO 2
P. 349

266                    HASTA TEBAS
                 maltratado. En él se celebraba el feliz instante en que Horo había abierto por primera vez
                 los ojos á la luz del dia, y sus sacerdotes, por medio de una ingeniosa lisonja, hacían
                 aplicación de ello al tierno príncipe cuyos padres habían empuñado el cetro como sucesores
                 del dios Sol. Es indispensable dejar consignado que dichos edificios accesorios recibieron el
                 nombre de Typhoráum en los primeros tiempos de la ciencia, sin embargo de que nada tienen
                 de común con Seth-Tvphon. Champollion reconoció  el verdadero destino que tenían:  al
                 presente sabemos que los dioses de formas extravagantes y haciendo horrendas muecas,
                 que en otro tiempo se habían tomado por el enemigo de Osíris, y de los cuales se encuentran
                 representaciones en casi todos los mamisis, llevan  el nombre de Bes, que fué importado
                 á Egipto del país de los aromas, y que presidia al tocador de las mujeres.
                   Si volvemos ahora á penetrar en el salón principal del templo de Denderah, fácilmente
                 podremos comprender el efecto, por demás profundo, que producía en el espíritu de los fieles.
                 Do quiera se dirigía la mirada, podían contemplarse las imágenes de la diosa; pues hasta los
                 capiteles de las columnas tenian esculpido el rostro de Hathor, y  el abaco estaba cortado en
                 forma de  capilla. El techo sobre  el cual se veian representadas todas las constelaciones
                 de la noche egipcia, surcando el ancho mar de los cielos por medio de una lancha, atraia,
                 ó por mejor decir, elevaba la devota mirada del concurso, en tanto que el humo del incienso,
                                  el apacible rumor de flautas y arpas, procedente de las cámaras
                 el canto de los sacerdotes y
                 interiores, sumergía su espíritu en el más profundo arrobamiento.  Cerca, de la tumba de
                 Osíris, en Abydos, sólo interrumpía el silencio del recinto consagrado á la divinidad un rumor
                 tenue é imperceptible: en cambio en Denderah festejábase con gran estrépito á la diosa del
                 regocijo, y cuando, con motivo de las grandes fiestas, salía del santuario para mostrarse, sin
                 velo, á  la mirada de los iniciados y  al pueblo, encerrada en su barca, todas  las sienes
                 ostentaban las guirnaldas con que se ceñian,  al paso que  el vino rodaba en las copas en
                 espumosas oleadas.  Varias son  las  inscripciones  que,  perfectamente  conservadas,  nos
                 permiten asistir á tan ruidosas ceremonias. «Los dioses del cielo, expresa una de ellas, están
                 ¿llenos de júbilo: el regocijo reina en ambas riberas del Nilo: dilátase el corazón de cuanto en
                 »la tierra tiene vida: los Hathors percuten su tamboril,  las  Isis tañen sus sistros menuat.
                 »Las gentes de Denderah están embriagadas merced á las libaciones que han hecho, llevando
                 » las sienes ceñidas de guirnaldas de flores.»
                                        sin embargo, á las cámaras interiores, que con razón
                   Esta ruidosa alegría no llegaba,
                 podrían ser llamadas la gran sacristía múltiple que rodea  el silencioso santuario, puesto
                 que en ellas se conservaba el mueblaje y se preparaba el incienso,  el agua de las libaciones
                 y cuanto era menester para el servicio del vino y para las procesiones.  Sólo en  la parte
                 posterior del templo de Elathor se encontraban veintisiete aposentos, y  numerosos pasillos
                 que podríamos distribuir en cinco grupos:  l.“ la sala principal ó del cielo  (III);  2.° la sala
                 menor, en la cual tenia lugar la aparición de la diosa, y las dos salas del prosekos, situadas á
                                      3.° el secos ó sancía sanctorum (I);  4.° las veintidós cámaras
                 espaldas de la misma (II, 2 y 1);
                 ó aposentos que circuyen el secos y sus vestíbulos;  5.° las escaleras que conducen á la parte
   344   345   346   347   348   349   350   351   352   353   354