Page 350 - Egipto TOMO 2
P. 350

HASTA TEBAS                  267
              superior del techo (3 y 4). Cada uno de dichos aposentos tenia un destino especial, relacio-
              nado con los dioses que en el templo se adoraban, pudiéndonos formar idea exacta, no sólo
              del nombre con que se distinguía cada una de ellas, sino también de lo que en ellas respec-
                                                          capacidad exacta de
              tivamente se guardaba, ceremonias que en las mismas tenían lugar y
              las mismas en medidas egipcias, merced á las inscripciones que se hallan en sus paredes, y
              que han quedado patentes gracias á los gastos hechos por Dumichen para limpiarlas de los
              escombros que las llenaban. Los calendarios de que podemos disponer, y que ha conservado
              intactos  el transcurso del tiempo, nos revelan una por una las diferentes  fiestas que se
              celebraban en el templo de Hathor, así como las inscripciones nos ponen de manifiesto el
              soberano reinante en la época en que se terminó ó llevó á efecto la construcción de cada una
              de las puertas del santuario. Hasta los corredores más oscuros y las criptas de más difícil
              acceso se hallan llenas de inscripciones y figuras en alto relieve, que nos demuestran que los
              sacerdotes egipcios tributaron á los Tolomeos y á los Césares idénticos honores que los que
              un tiempo prestaron á los Faraones.  Si las esculturas de este templo y las de los santuarios
              en esta época erigidos, no pueden compararse por su simplicidad, pureza y
              nobleza de estilo, á las que han causado nuestra admiración en las tumbas
              del antiguo imperio ó en las ruinas de Abydos, no cabe desconocer que
              dioso por  la inmensa multitud de  signos desconocidos ó mejor  dicho,
              desusados, en épocas más antiguas. La superabundancia de nuevos jero-
              glíficos, hace, sin embargo, más difícil la lectura de las inscripciones: esto
              no obstante, obedecía á un pensamiento preconcebido, á un plan deter-
              minado, cuyo fin, por parte de los sacerdotes, era que los profanos no
              penetraran el verdadero sentido de tales documentos. Para conseguirlo se
              valían de formas de escritura antiguas para expresar los conceptos que en
              otro tiempo se consignaban de una manera clara y  terminante en las paredes de los templos.
              En cambio, en cuanto se ha conseguido vencer las gravísimas dificultades que ofrecía  el
              descifrar las inscripciones de la época de los Tolomeos, ha sido mayor y más importante el
              caudal de conocimientos que se ha adquirido respecto de  la  religión y de la mitología
              egipcias, del que habían proporcionado las inscripciones de los templos antiguos. Lo que
              éstos  callaban,  reitérenlo  los otros en términos  explícitos,  siquiera por medio de una
                                      enrevesada.
              ortografía mtencionalmente confusa y
                ¡Qué de encantos experimentaban recorriendo una en pos de otra las diferentes cámaras
              cuantos por medio de  las inscripciones deseaban saber  lo  que  hace numerosos  siglos
              realizábase en cada una de las mismas; los que buscaban en el prosecos (2), detrás de la sala
              de la aparición, el lugar en que se hallaba instalada la mesa de las ofrendas, sobre la cual se
              depositaban las que hacian los fieles; que sabían que á la siguiente se le daba el nombre de
              cámara central (1), y al santuario la cámara cerrada, misteriosa, de la barca Tes-nefu (I), en
              la cual la estatua de Hathor era sacada, en hombros de los sacerdotes; al saber, finalmente,
   345   346   347   348   349   350   351   352   353   354   355