Page 68 - LIBRO VITAMINA C
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5. Enfermedad Cardiovascular
El hábito de fumar crónicamente está asociado con disfunción
endotelial generando un factor de riesgo para el desarrollo de la
aterosclerosis asociada con enfermedad cardiovascular. El humo de
cigarrillo contiene un gran número de oxidantes, y se ha sugerido que
muchos de los efectos adversos del fumar pueden resultar del daño
oxidativo a sustancias biológicas criticas. La disfunción endotelial puede
ser consecuencia de una degradación aumentada del oxido nítrico
secundario a la formación de radicales libres derivados del oxigeno.
Para probar esta hipótesis los investigadores de este estudio determinaron
los efectos de la vitamina C antioxidante en las respuestas del endotelio
en los fumadores crónicos. Previos reportes ya habían demostrado la
función endotelial anormal en los adictos al tabaco. La disfunción
endotelial, por su parte, parece jugar un papel patogénico en la iniciación
de la enfermedad vascular. La vitamina C se conoce como un potente
agente reductor que actúa como antioxidante in vitro e in vivo. La
vitamina C protege muy efectivamente los lípidos en el plasma humano
contra el daño peroxidativo al «barrer» los radicales libres derivados
del oxigeno. Además, estudios epidemiológicos han demostrado que
los fumadores tienen un nivel plasmático significativamente mas bajo
de vitamina C en comparación de los no fumadores.
Por todo lo anterior, el presente estudio fue diseñado para investigar
si la vitamina C antioxidante puede mejorar la vasodilatación
dependiente del endotelio en los fumadores crónicos. En el estudio se
midieron las respuestas del flujo sanguíneo del antebrazo a la acetilcolina
vasodilatadora dependiente del endotelio y al nitroprusiato de sodio
vasodilatador independiente del endotelio. Esta medición se realizó por
pletismografia de oclusión venosa en 10 sujetos de control y en 10
fumadores crónicos. Las drogas fueron infusionadas en la arteria
braquial, y el flujo sanguíneo del antebrazo fue medido para cada droga
antes y durante la infusión intrarterial concomitante de la vitamina C
antioxidante (18 mg. /min). En los sujetos control, la vitamina C no
tuvo ningún efecto en el flujo sanguíneo del antebrazo en respuesta a la
acetilcolina y al nitroprusiato de sodio. En contraste, en los fumadores
crónicos las respuestas del flujo sanguíneo atenuado a la acetilcolina
fueron marcadamente mejoradas por la administración concomitante
de la vitamina C, mientras que las respuestas vasodilatadoras al
nitroprusiato de sodio no fueron afectadas. Conclusiones del estudio:
Se demostró que la vitamina C antioxidante marcadamente mejora las
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