Page 89 - LIBRO VITAMINA C
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La Vitamina C. Misil Sanador de la Naturaleza
1. No existia una enfermedad durante el momento de la muerte,
2. El bebé es encontrado inesperadamente muerto en la cuna, y
3. Los hallazgos en la necropsia son negativos.
A esta triada deben agregarse otras situaciones que complementan
el cuadro como son:
• Muerte inesperada posterior a inmunización
• Muerte inesperada posterior a la administración de un sedante,
jarabe para la tos o antihistaminicos.
• Estado comatoso, shock o encefalitis precediendo la muerte.
El Dr. Archie Kalokerinos escribió un polemico libro en 1974 llamado
«Every Second Child». De acuerdo a esta obra la mortalidad infantil en
los neonatos aborígenes australianos en la región de Collarenebri era
notoriamente elevada en 1957. Respecto a la tasa de mortalidad de la
época, un niño aborigen es 10 veces mas propenso a morir que un niño
blanco antes de la edad de un año.
Kalokerinos encontró una ausencia absoluta de vitamina C en las
dietas de los aborígenes, y lejos de imaginar los resultados inicio
tratamientos con megadosis de ascorbato tanto en las madres lactantes
como en los recién nacidos para encontrarse con una disminución radical
en la tasa de muerte subita. Esto abrioo un nuevo camino en la medicina
australiana repleto de grandes satisfacciones y grandes controversias.
Haremos un breve recuento de la inagotable obra de Kalokerinos
que ya cumple 4 décadas. Kalokerinos propuso que la genética del
escorbuto y el defecto de la enzima hepatica L-gulonolactosa oxidasa
(GLO) ha sido la base de su investigación para el suministro de
megadosis de ascorbato a los neonatos y corregir su defecto de
nacimiento potencialmente fatal. La gran mayoría de los bebes
aborígenes nacen con un estado escorbutico el cual es fácilmente
demostrado por el test de prueba urinaria el cual mide el sobrante urinario
de vitamina C. En el escorbuto este sobrante es inexistente. Cuando se
suministran dosis de ascorbato, se previene la muerte subita y el sobrante
de ascorbato es evidente en la orina.
El 14 de diciembre de 1978 el Dr. G Madison del Royal Children’s
Hospital de Melbourne le envioo una carta al Dr. Dettman solicitando,
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