Page 198 - Fantasmas
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FANTASMAS
cida imaginación— y sin embargo algo en su interior esperaba
que sonara de nuevo. Había sido una tontería permanecer allí
tumbado, soñando y malgastando así la luz del día. Necesitaba
algo con que defenderse, un clavo torcido, una piedra. Dentro
de poco se haría de noche y no podría registrar la habitación sin
luz. Se quedó quieto sintiéndose embotado e incapaz de pensar.
También tenía frío, hacía frío en aquel sótano. Caminó hacia el
teléfono y una vez más se llevó el auricular a la oreja.
—¿Dígame? —preguntó.
Escuchó al viento silbar fuera de las ventanas. El teléfo-
no estaba en silencio. Se disponía a colgar cuando le pareció
que había oído un clic al otro lado de la línea.
—¿Dígame? —repitió.
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