Page 66 - Fantasmas
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FANTASMAS
nido semejante a un aleteo. Harry apagó el proyector y miró a
Alec por encima de él.
—Tienes mejor aspecto. Has recuperado el color.
—¿De qué quería hablar conmigo? —Alec recordó la va-
ga mirada de advertencia que le había dirigido Harry cuando
le dijo que no se moviera de allí, y se le ocurrió que tal vez
supiera que se había colado en el cine sin entrada y que ahora
podría tener problemas.
Pero Harry dijo: ,
—Estoy dispuesto a devolverte el dinero de la entrada
o a darte un par de boletos gratis para la función que quieras.
Es lo máximo que puedo ofrecerte.
Alec se le quedó mirando, incapaz de articular palabra.
—¿Por qué?
—¿Que por qué? Para que mantengas la boca cerrada.
¿Te imaginas lo que sería de este cine si corriera la voz de que
ella está aquí? Mucho me temo que la gente no quiera pagar
por sentarse en la oscuridad junto a una chica muerta con ga-
nas de conversación.
Alec movió la cabeza. Le sorprendía que Harry pensara que
saber que había fantasmas en el Rosebud espantaría al público.
Alec pensaba más bien que tendría el efecto contrario. La gente
siempre estaba dispuesta a pagar por pasar un poco de miedo en
la oscuridad. Si no fuera así, el cine de terror no sería un negocio.
Y entonces recordó lo que le había dicho Imogene Gilchrist
sobre Harry Parcells: «No durará aquí mucho tiempo.»
—¿Qué dices, entonces? —preguntó Harry—. ¿Quie-
res pases?
Alec negó con la cabeza.
—Pues el dinero de la entrada.
-—NO:
Harry se detuvo cuando se disponía a sacar la cartera y
dirigió a Alec una mirada sorprendida y hostil.
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