Page 53 - El retrato de Dorian Gray (Edición sin censura)
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—Salvo en América. Pero no he dicho que se hubiera casado. He dicho
que se ha prometido en matrimonio. Hay una gran diferencia. Tengo un claro
recuerdo de haberme casado, pero no conservo memoria alguna de haberme
prometido. Me inclino a pensar que no me prometí nunca.
—Pero piensa en la cuna de Dorian, en su posición y en su patrimonio.
Sería absurdo que se casara con alguien tan inferior a él.
—Si quieres que se case con esta muchacha, sólo tienes que decirle eso,
Basil. No dudará entonces en hacerlo. Cada vez que un hombre comete una
completa estupidez lo hace por los motivos más nobles.
—Espero que la muchacha sea buena, Harry, No quiero ver a Dorian
atado a ninguna criatura vil que pueda degradar su naturaleza y arruinar su
intelecto.
—Oh, es más que buena. Es hermosa —murmuró lord Henry dando un
sorbo a una copa de vermú con angostura de naranja—. Dorian dice que es
hermosa, y no suele equivocarse en asuntos de esa índole. Tu retrato ha
avivado su apreciación de la apariencia física de otras personas. Ha tenido ese
excelente efecto entre otros. Vamos a ir a verla esta noche, si es que este
muchacho no ha olvidado su cita.
—¿Pero tú lo apruebas, Harry? —preguntó Hallward caminando de un
lado a otro por la habitación y mordiéndose el labio—. No puedes aprobarlo
de verdad. Es un estúpido encaprichamiento.
—Yo ya nunca apruebo ni desapruebo nada. Es una absurda actitud hacia
la vida. No hemos venido al mundo a airear nuestros prejuicios morales.
Jamás tengo en cuenta lo que dice el común de la gente, y jamás interfiero en
lo que hacen las personas cautivadoras. Si una personalidad me fascina,
cualquier cosa que esa personalidad elija hacer me resulta absolutamente
deliciosa. Dorian Gray se enamora de una hermosa muchacha que interpreta a
Shakespeare y le propone matrimonio. ¿Por qué no? Si se casara con
Mesalina, no por ello sería menos interesante. Sabes bien que no soy un
paladín del matrimonio. El verdadero inconveniente del matrimonio es que
nos hace dejar de ser egoístas. Y las personas que no son egoístas son
incoloras. Les falta individualidad. Sin embargo, hay ciertos temperamentos
que el matrimonio vuelve más complejos. Estos conservan su egotismo, y
añaden muchos otros egos a él. Se ven obligados a tener más de una vida. Se
hacen más organizados. Además, toda experiencia es de valor, y cualquier
cosa que uno pueda decir acerca del matrimonio, no se puede negar que es,
desde luego, una experiencia. Yo espero que Dorian Gray convierta a esta
muchacha en su esposa, que la adore apasionadamente durante seis meses y
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