Page 129 - Encuentra tu persona vitamina
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un dolor inmenso en su corazón, y faltan palabras que puedan describir lo que
                sienten.  Narrar  las  historias  da  sentido  a  los  traumas  y  ordena  los

                pensamientos. Por eso fomento ser capaz de narrar integrando el trauma, para
                convertirlo así en algo más digerible y coherente.
                   Hace unos años realicé un curso maravilloso sobre trauma impartido por
                dos  psiquiatras,  el  doctor  Alberto  Fernández  Liria  y  la  doctora  Beatriz
                Rodríguez  Vega,  quienes  explicaron  la  importancia  de  la  mentalización,  es

                decir,  de  la  capacidad  de  percibir  o  interpretar  la  conducta  de  los  demás
                mientras somos capaces de entender el propio comportamiento a la vez que
                identificamos  estados  mentales  —emociones,  intenciones,  creencias,
                sentimientos  e  ideas  propias  y  ajenas—.  Es  como  una  forma  de  empatía

                superior. En las personas que han sufrido traumas severos, esa capacidad de
                mentalizar se bloquea.
                   En  Camboya,  las  jóvenes  violadas  mostraban  un  tono  emocional  bajo,
                mínima energía al hablar y un lenguaje poco coherente al relatar las historias
                vividas. Esas niñas —al igual que las personas con traumas severos— suelen

                tener un hemisferio derecho menos desarrollado y maduro que otras personas
                de su edad que no han pasado por esas historias dolorosas.
                   Una  manera  de  estimular  su  hemisferio  derecho  es  mediante  juegos,
                música, bailes, arte —¡la arteterapia puede generar cambios espectaculares!

                —, contacto físico y el abrazo. En estos casos el médico debe entrar de forma
                paulatina  en  la  vida  de  quien  tiene  delante.  Esperando  y  avanzando.
                Analizando  cada  efecto  producido  en  el  paciente  para  seguir  midiendo  los
                pasos que se deben tratar.





                7. ¿CÓMO INTERPRETO LAS COSAS ?


                   He repetido en numerosas ocasiones que la felicidad no es lo que nos pasa,

                sino cómo lo interpretamos. Esa interpretación depende de tres factores: el
                sistema de creencias —lo que pensamos y esperamos de la vida—, el estado
                de ánimo y la capacidad que tenemos para filtrar la información y quedarnos
                con  lo  importante  —el  sistema  reticular  activador  ascendente—.  En  los
                últimos tiempos he añadido un esquema que creo que puede ser muy útil para

                entender  mejor  la  interpretación  que  cada  uno  realiza  de  lo  que  va
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