Page 230 - Encuentra tu persona vitamina
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E L CASO DE I SABEL
Isabel es madre de cuatro hijos. Necesita ayuda para gestionar a dos de ellos de diecinueve y
diecisiete años.
—Me tratan mal, me ignoran, no me obedecen y nunca cumplen las normas —admite.
Cito a su marido un día, quien me confirma lo referido por Isabel, pero añade:
—Mi mujer es muy controladora. Está demasiado encima de los niños. Creo que se han rebelado.
Cuando conozco a su hijo mayor, me confiesa lo que está pasando en casa:
—Mi madre es insoportable. Mi hermana y yo no la soportamos. Nos juzga, nos critica, no nos da
libertad. Es agotador. Es muy perfeccionista y tenerla cerca nos produce un desgaste constante.
Detrás de unos padres controladores puede existir el miedo a que si
pierden el control sobre su hijo a este le ocurra algo malo en su vida, por lo
que suele ser frecuente en perfiles perfeccionistas y obsesivos de la
educación ya desde la más tierna infancia. Un padre que comienza así, tan
encima, tan controlador, probablemente no sepa cortar las amarras cuando su
hijo entra en la edad adulta. La consecuencia es la lógica: mediante toda clase
de subterfugios buscan dominarle en todos los campos de su vida.
Este caso fue delicado, porque en cierta manera tuve que transmitirle que
su comportamiento era perjudicial para sus hijos y su marido. Comenzamos a
trabajar juntas la personalidad controladora y perfeccionista para poder
conectar mejor con la familia.
¿Y SI LA PERSONA TÓXICA ES DE TU ENTORNO MÁS CERCANO
?
Si esa persona vive bajo tu mismo techo o el trato es diario o muy
frecuente, la situación es más complicada de gestionar porque la distancia es
difícil de mantener. Este ha sido uno de los dramas emocionales más
frecuentes durante el confinamiento. Muchas personas se han visto encerradas
en viviendas donde la relación entre los convivientes ya era perjudicial desde
antes. Analizar la causa de esa toxicidad ha sido en estos casos la clave para
no desfallecer. Es primordial entender lo que subyace. Por ejemplo, si es por
la edad del niño —el adolescente que tienes en casa que hace lo que quiere
—, tu marido —que está distante y agobiado con mil preocupaciones—, tu
mujer —que vive obsesionada con los niños y no te hace caso—, tu madre —
controladora que no te deja respirar sin preguntar—, tu padre —poco