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E D I T O R E S
guiente del lanzamiento y seguir escribiendo. El mun-
do no cambia de un día para el otro con la salida del
texto.
6. Dejar de lado los vicios del autor promedio. La
vanidad, la arrogancia, el individualismo. Una vez que
el editor decide publicarlo, el autor debe entender que, 3. Hacé una lista de editoriales donde te gustaría
desde ese momento, es un trabajo en equipo. publicar. Mejor dos listas: la primera, con las editoria-
7. Si el autor quiere ingresar en el mundo edito- les que te gustan. La segunda, con las editoriales que,
según te parece o te dijeron o sospechás, puede llegar a
rial por el dinero, tal vez equivocó la profesión. Es la ser razonable mandar un libro como el tuyo.
excepción máxima que el autor viva de lo que escribe.
4. Entrenado en el ejercicio de la paciencia, pone-
8. No enviar un fragmento. Hubo un caso en que te en contacto con autores que admires: mandá mails,
me mandaron “las quince primeras páginas”. No veo llamalos por teléfono, reunite en bares con ellos. Pagá
la razón de ser de ello. Mandar el texto completo y lis- vos los cafés, no seas miserable. Incluso pagales el
to. Eso es lo que espero. whisky, si es necesario. En algún momento de la charla
9. Hay autores que publicaron en grandes casas un o del intercambio de mails, mostrales tus listas y pre-
texto, y luego mandan a la casa pequeña otro nuevo, guntales qué opinan. Con un fibrón verde –o rojo, o
generalmente malo, queriendo publicarlo sólo por la fucsia– marcá las cuatro o cinco editoriales que sigan
chapa de su nombre y aquella primera edición en la en pie.
otra casa editorial. Pero si el texto es malo… 5. Mandales mails a esas cuatro o cinco esperanzas
10. Ante los rechazos, es válido hacer una crítica al que ahora se están abriendo en tu camino. Por supues-
mercado y sus publicaciones. Pero, también, es extra- to, además de averiguar las direcciones de mail –cosa
ño encontrar la autocrítica del autor. Empezar, siem- fácil, con entrar en las respectivas páginas alcanza–,
pre, por uno. En todo. tomá en cuenta que tenés que escribirle al editor res-
ponsable. Seguramente, esas editoriales son pequeñas.
ARIEL BERMANI Es raro que te den bola en los sellos grandes si vos sos
un autor nuevito, inédito.
6. Tené presentes el punto uno y el punto dos de
este decálogo. Es probable que no te contesten ense-
1. Paciencia. No te dejes ganar por la ansiedad, guida. O que nunca te contesten. Pero también es pro-
ni la deseperación. Antes de buscar editor buscá un bable que de cuatro mails, recibas una respuesta. Leé
psicólogo y si ya tenés psicólogo y sentís que no va a esa respuesta varias veces, pero no te obsesiones.
poder contenerte, buscá otro. No digo que tengas dos,
dejá el que tenés y probá con otro. Y también empezá 7. Si esa respuesta es lo que esperabas, si te piden
alguna disciplina oriental. Yoga, por ejemplo. que les mandes tu libro por mail o que lo lleves, im-
2. El yoga y la nueva terapia serán fundamentales preso y anillado, el primer paso del proceso ya estará
completado. Si te dicen que no van a recibir material
para que empieces la búsqueda del editor. Pero falta por ahora, volvé a leer los puntos uno y dos de este
todavía un paso previo a la búsqueda. Una máxima catálogo.
fundamental. Si es necesario, hacete un tatuaje en la
mano que más uses. El tatuaje debe decir: “no voy a 8. Es la respuesta que esperabas. Mandales el libro
pagar por publicar”. Podés buscar variantes, incluso: o llevalo vos mismo.
“no pago ni en pedo”. “Ustedes tienen que pagarme a 9. Preguntá, por mail o por teléfono, un mes des-
mí”. “Ojo al piojo”. pués, si leyeron o no el libro. Pero no seas cargoso, ni