Page 58 - labalandra_nro1
P. 58

PÁGINA 58
                                                  E D I T O R E S

















                        CÓMO LLEGAR A UNA EDITORIAL


                          Consultados por La balandra acerca de las formas o actitudes que pueden
                      facilitarle al autor novato su primer contacto con una editorial, nueve prestigiosos
                        editores nos brindan consejos prácticos sobre lo que conviene hacer y lo que no.






             Todo autor, en algún momento, siente la nece-  muestra basta un botón– que el primer volumen de la
          sidad de dar a conocer lo que produce, permitir que   saga de Harry Potter fue rechazado por ocho editores.
          salga al mundo para así encontrarse con las reacciones   ¿Hay algo que el escritor pueda hacer ante este pa-
          del público lector ante su trabajo. Llega entonces un   norama? Mucho. Y puede hacerlo bien o terriblemen-
          momento duro, complejo: el de la primera publica-  te mal. Como se verá a continuación, de la mano de
          ción. El esfuerzo de años, el fruto de una labor cons-  los consejos, ideas y propuestas de nueve editores de
          tante, el texto que al fin se ha decidido liberar, quedará   reconocida presencia en el mundo editorial argentino,
          a partir de allí en manos de la aprobación, la voluntad   son tantos los aciertos como las olímpicas metidas de
          y la disposición de unas figuras con quien los escrito-  pata que la ansiedad y el desconcierto pueden llevar-
          res en su conjunto, a lo largo de la historia (al menos   le a cometer. De las pautas mínimas de presentación
          desde que la literatura se constituye como la conoce-  hasta los detalles más finos de esa relación conflictiva,
          mos hoy), han guardado relaciones más que conflicti-  todo está atravesado por una negociación constante,
          vas: los editores.                              que tanto puede acelerar la marcha como llevarnos a
             Del amor al odio, la variedad de relaciones entre   encallar definitivamente.
          unos y otros alcanzaría para escribir los argumentos   De allí en más, claro, también queda la suerte,
          de unas cuantas óperas. Llegados a ese momento, es   pero el escritor podrá estar seguro de haber hecho lo
          bueno recordar que así como el camino al infierno   necesario para llevar su trabajo a buen puerto. Con el
          está pavimentado de buenas intenciones, no es agua lo   sólo propósito de sumar embarcaciones y navegantes,
          que agita el mar de la literatura, sino miles y miles de   La balandra hace este pequeño aporte, que confiamos
          manuscritos rechazados. En su desesperación, más de   será de gran utilidad para todo aquel que, en medio de
          un escritor ha llegado a preguntarse “¿pero qué quie-  la tormenta, grita a viva voz: “un editor, un editor… mi
          ren los editores?”, a menudo intercalando un sustanti-  barca por un editor”.
          vo escatológico que da más fuerza a la pregunta.
             La respuesta no es sencilla. Cada editor es un
          mundo en sí mismo y la mayoría de las veces sus de-
          cisiones no dependen sólo de su criterio, sino también
          de los lineamientos de la editorial en la que trabaja.
          Los azares que pueden decidir la publicación de un
          texto son tan variados e inescrutables como los que
          rigen la aparición de cualquier mortal sobre la tierra, y
          contra la habitual sospecha, no siempre tienen que ver
          con la viabilidad comercial del libro. Recordemos –de
   53   54   55   56   57   58   59   60   61   62   63