Page 393 - Hauser
P. 393
Historia social de la literatura y el arte
ta, su apoteosis de la solidaridad humana y del amor, no tienen otro
sentido que impedir un proceso que había de conducir al nihilis
mo de Flaubert; la novela occidental termina describiendo al indi
viduo enajenado de la sociedad, sucumbiendo bajo el peso de su so
ledad; la novela rusa describe desde el principio hasta el fin la
lucha contra los demonios que llevan al individuo a separarse del
mundo y de la comunidad. Este rasgo esencial explica no sólo los
problemas de figuras como Raskolnikov e Iván Karamázov, de
Dostoievski, o Pedro Besújov y Lewin, de Tolstói, no sólo el men
saje de amor y de fe de estos escritores, sino el mesianismo de toda
la literatura rusa.
La novela rusa es literatura tendenciosa en un sentido mucho
más estricto que ia novela occidental. Los problemas sociales ocu
pan en ella no sólo un espacio mayor y una posición más central,
sino que mantienen durante más tiempo y de manera más indis-
cutida su predominio que en la literatura de Occidente. La cone
xión con las cuestiones políticas y sociales del día es por de pronto
más íntima que en las obras de los escritores contemporáneos fran
ceses e ingleses. El despotismo no ofrece en Rusia a las energías in
telectuales ninguna otra posibilidad que la literatura, y la censura
encauza la crítica social en las formas literarias como único canal
de desagüe174. La novela como forma de crítica social por excelen
cia adquiere en consecuencia un carácter activista, pedagógico, in
cluso profético, como nunca lo tuvo en Occidente, y los autores ru
sos siguen siendo los maestros y profetas de su pueblo cuando los
literatos en Europa ya se han sumido en una plena pasividad y ais
lamiento. El siglo XIX es para los rusos la época de su Ilustración;
conservan el entusiasmo y el optimismo de la época prerrevolucio
naria cien años después de los pueblos de Occidente. Rusia no ha
vivido el desengaño de las revoluciones de Europa, traicionadas,
vencidas y falsificadas. De la fatiga que se hace perceptible en
Francia e Inglaterra después de 1848, allí no se nota nada. A la ju
venil inexperiencia de la nación y a la no derrota de la idea social
se debe el que en una época en que el naturalismo en Francia e In
174 D. S. Mirsky, A Hist. ofRussian L i t pág. 219.
394