Page 414 - Hauser
P. 414
1 Naturalismo e impresionismo
mente turbado ante tal ignorancia y le enseñó con mucha pena y
fatiga el Padrenuestro. El viejo dio las gracias y dejó con los otros
pescadores la isla. Después de algún tiempo, cuando la barca ya
había desaparecido a lo lejos, vio el santo de repente una figura hu
mana en el horizonte, que, marchando por encima del agua, se
aproximaba a la isla. Pronto reconoció al viejo, su discípulo, y le
salió al encuentro, cuando éste pisó el suelo de la isla, sin palabras
y emocionado. Tartamudeando, el viejo le dio a entender que ha
bía olvidado la oración. «Tú no necesitas rezar» -respondió el er
mitaño—y despidió al viejo, que, vacilando por encima del agua,
corrió tras la barca de los pescadores. El sentido de esta historia está
en la idea de una certeza de salvación no ligada a ningún criterio
moral. En otra historia de su última época, Padre Sergio, describe
Tolstói el mismo tema desde el lado opuesto; la gracia que a uno
se le concede sin fatiga y aparentemente sin merecimiento le es ne
gada a otro, a pesar de todos los martirios y penas, a pesar del más
sobrehumano sacrificio y del más heroico vencimiento de sí mis
mo. Esta concepción de la gracia, que pone al ser elegido por enci
ma de los méritos e identifica la predestinación con el nacimiento
y la suerte, está evidentemente más en relación con el aristocratis-
mo de Tolstói que con su cristianismo.
El optimismo del aristócrata sano y seguro de sí, que predo
mina en absoluto todavía en Guerra y paz y hace de esta novela una
apoteosis de la vida animal, vegetativa, orgánicamente creadora,
un gran idilio, una «epopeya ingenua», en cuya más alta cumbre,
como Merezchkovski observa con mucho ingenio, el poeta planta,
«como la bandera que guíe a la humanidad», los pañales de los ni
ños de N atasha187, este optimismo panteísta se nubla ciertamente
en Ana Karenina y se aproxima al pesimismo de la literatura occi
dental, pero el desencanto por el convencionalismo y la falta de
alma de la cultura moderna tiene aquí un carácter completamente
diverso que en Flaubert o Maupassant. El triunfo de la vida autén
tica sobre el romanticismo de los sentimientos estaba ya mezclado
en Guerra y paz con algo de melancolía, y Tolstói ya antes, por
187 D. S. Merezchkovski, op. c i t pág. 213.
415