Page 460 - Hauser
P. 460

1







                                                             Naturalismo e  impresionismo







                    estilo impecable y de juicios sobre  la vida maduros y  terminantes.


                    Lo que  es  habitualmente puro amaneramiento en  Meredith  es  con



                    frecuencia auténtica pasión  intelectual  en  Henry James;  pero am­


                    bos  son  representantes  de  un  arte  cuyas  relaciones  con  la  realidad


                    son a menudo más bien abstractas, y cuyos personajes parecen mo­


                    verse  en  el  vacío,  comparados  con  el  mundo  de  Stendhal,  Balzac,



                    Flaubert, Tolstói y Dostoievski.


                              Hacia finales  de  sigio  el  impresionismo  se  convierte en el  es­


                    tilo  predominante  en  toda  Europa.  En  lo  sucesivo  hay  por  todas



                    partes  una  poesía  de  estados  de  ánimo,  de  impresiones  atmosféri­


                    cas,  de  declinantes  estaciones  del año y  de  fugitivas  horas  del día.


                    La gente pasa su tiempo creando lirismos que expresan sensaciones


                    flotantes,  apenas  palpables,  estímulos  indefinidos  e  indefinibles,



                    colores  delicados  y voces  cansadas.  Lo  indeciso,  lo  vago,  lo que  se


                    mueve  en  los  límites  más  bajos  de  la  percepción  sensible  se  con­


                    vierte en  el  tema principal de  la poesía;  no es,  sin embargo, por la



                    realidad  objetiva por  la  que  los  poetas  se  preocupan,  sino  por  sus


                    emociones  sobre  su propia  sensibilidad  y  su  capacidad  para  ia  vi­


                    vencia.  Este  arte  insustancial  de  estados  de  ánimo  y  de  atmósfera


                    domina ahora  todas  las  formas  de  la  literatura;  todas  ellas  se con­



                    vierten  en  lirismo,  en  imagen y  en música,  en  timbres  y  en maci­


                    ces.  La narración se reduce a meras situaciones;  la acción, a escenas


                    líricas,  al  dibujo de caracteres,  a  la  descripción  de  disposiciones  y



                    estados  de  alma.  Todo  se  vuelve  episodio,  o  periferia  de  una vida


                    que carece de centro.


                              En  la literatura de fuera de Francia,  los  rasgos  impresionistas


                    de la forma están señalados más vigorosamente que los simbolistas.



                    Pensando  sólo en  la  literatura francesa,  se  está  tentado  fácilmente


                    de  identificar el  impresionismo con  el  simbolismo25í.  Así,  incluso


                    Victor Hugo llamaba al  joven Mallarmé  «mon cher poete  impres-



                    sioniste». Pero las diferencias son innegables en un examen más de­


                    tenido.  El  impresionismo  es  materialista y  sensualista,  por delica­


                    dos que sean  sus  motivos,  mientras  que  el  simbolismo  es  idealista


                    y espiritualista, aunque su mundo de ideas es sólo un mundo de los








                              2y> H.  Haczfeld, Der franzóstsche Symbolismus,  1923, pág.  140.





                                                                                      461

 1
   455   456   457   458   459   460   461   462   463   464   465