Page 77 - Los caminos de Virginia
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¿Con quién habla Virginia…? la visión moderna del mundo? “Abriendo los ojos” al lector

                  por medio de imágenes apocalípticas, que a su vez, dentro de su misma esencia descubren la

                  destrucción del mundo. Lo hace también por medio de personajes que a su vez son testigos

                  de la catástrofe y que a su vez se identifican con el lector. ¿Cómo se enfrenta ¿Con quién

                  habla Virginia…? a la visión de la historia? Por medio de una narración ahistórica; no se

                  narra linealmente, sino cíclicamente.  Cada personaje  y eventos del poemario  son

                  microcosmos, y por lo tanto son microciclos que se repiten: fueron, son y serán hasta el

                  infinito. Hubo un dictador que a su vez, en algún lugar del mundo lo hay, y que lo habrá en

                  el futuro. Falta argumentar cómo ¿Con quién habla Virginia…? es una historia cíclica y no

                  una historia lineal y para ello se estudiará el poema “Una mañana de miel.”


                  Antes de entrar en detalle al poema en mención, expondré de manera breve algunas ideas


                  que Ospina expone en su ensayo “Si huyen de mí, yo soy las alas”, publicado en Los nuevos

                  centros de la esfera.


                  En el punto cuarto de este ensayo, Ospina contrasta dos visiones de la historia. Aquel que

                  percibe  en el tiempo un vector en  donde hay un pasado imperfecto y  un futuro que  se

                  proyecta como mejor, como por ejemplo en aquella visión del Renacimiento en donde se

                  veía en las utopías, las nuevas Atlántidas, incluso en la misma América un futuro semejante

                  a la Tierra Prometida. O como la visión de Voltaire en el siglo XVIII, en la que veía un

                  futuro óptimo en el que el hombre a través de la razón se liberaría de las enfermedades y las

                  supersticiones. Darwin afirmaría a finales del siglo XIX que el hombre evolucionó del mono

                  y que por lo tanto existirá un hombre perfeccionado en el futuro.


                  Por otro lado, Ospina propone un concepto alternativo sobre el futuro. Así como los sueños


                  son recombinaciones  de imágenes  de la  memoria, la  figuración  del futuro son
                  recombinaciones del pasado. De esta manera se justifica y se hace legítimo que las imágenes


                  del futuro se asemejen a los sueños. Los sueños, afirma Ospina, al mezclar los datos de la



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