Page 306 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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VI. Método y plan pedagógico de la Escuela de Warisata 311
se piensa y actúa a partir del jiwasa (nosotros), que se hace paten-
te en el discurso: manthasiñani, tojthasiñani, umthasiñani (comeremos,
bailaremos, tomaremos). Compartir invoca una moral de ayuda
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mutua y de igualdad: taquis mä wawakitanwa, taqiniw kunañasasa mä
tunqutsa jaljasiñawa (todos conformamos un solo niño, todos tene-
mos que compartir, hasta una mazorca de maíz tenemos que com-
partir).
Al ser un principio incluyente, como sujetos articulan el acon-
tecer moral, con el acontecer social, se busca extirpar los males
de la comunidad con ejemplos de vida, el ejemplo de honestidad, de
honradez y de compartimentar entre todos, se estipuló desde la
educación. Así encontramos una frase recuperada desde la revi-
sión del pasado que se volvió un principio moral: “Ama Sua, Ama
Kella, Ama Llulla” (no seas ladrón, no seas mentiroso, no seas ocio-
so), hoy puesto a debate y discusión. Frase divulgada por medio
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del acto pedagógico del principio de inclusión del ayni en la escue-
la. Es así que la educación se articuló a la ética, pero ello no sig-
nificó que una se diluyera en la otra, sino que, como principios, se
complementaron al aspirar a una vida comunitaria, en el mundo
andino de la Escuela de Warisata.
El ayni se manifestó en las prácticas sociales cotidianas de la co-
munidad y de la Escuela de Warisata. Estas prácticas adquirieron
formas de trabajo, de producción recíproca incluyente y comparti-
53 Este principio de inclusión se denota aún en el idioma, en el castellano ha-
blado por un aimara, algunas palabras son superpuestas en el habla con el sufijo
ita o ito, que no significan diminutivo, sino que es más cercano a su etimología de
afecto, ya que es una práctica de inclusión: casita, wawita, comidita, etc.
54 Ama Sua, Ama Kella, Ama Llulla es una frase que articula conceptos de un
proverbio inca. Elizardo Pérez y Carlos Salazar Mostajo recuperan la frase de la
tradición oral de los pobladores andinos originarios; sin embargo, en la actuali-
dad esta frase está sujeta a discusión, Jaime Vargas Condori, plantea que la frase
se origina en la época colonial: “creemos que es para ‘racionalizar o moralizar’ la
esclavitud y el atropello a los indígenas”, Vargas Condori, El ayni, un enfoque ético
moral, cit., p. 13.