Page 335 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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            lográndose desenvolver una conciencia y una práctica propia, un
            “autodeterminismo”,   la  q’ispiyasiña,   una  voluntad  de  “acción
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            propia”,  es decir, una autonomía.
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               La autonomía se comprendió y practicó como una relación en-
            tre las voluntades y los deberes, como autonomía del sujeto, del
            individuo, se planteó desde una esfera donde se practicaron con-
            sensos. Desde el plano individual y colectivo, la autonomía nunca
            proporcionó una respuesta automática a todas las preguntas y pro-
            blemas dialécticos que planteó la realidad y cómo se iba desenvol-
            viendo ésta.
               La autonomía como práctica libertaria fue y es una semilla in-
            dividual que se articula a lo colectivo y/o social, es un proyecto, es
            reflexión y autorreflexión del sujeto que la encarna y de las orga-
            nizaciones donde se instrumentaliza. Por ello, para la pretensión
            de que surgiera y brotara la autonomía, era preciso no sólo alterar
            el campo social-histórico, sino también la esfera de lo mental y de
            lo ético, modificarlos de manera que se pudiera llevar en práctica
            sin limitantes.
               La autonomía se comprende tanto  en Chuminópolis  como
            en Warisata como un proceso permanente y en movimiento, en
            búsqueda, desarrollo y construcción de una sociedad libre, que se
            diera por sí misma, cierta y reflexivamente, sus propias organiza-
            ciones, sabiendo que lo hacía, es decir, con conciencia de su actua-
            ción. Desde la autonomía de sus participantes se forjó una socie-
            dad libre que no fue algo concluido y cerrado, era actuar y llevar
            en práctica de una forma reflexiva. La razón fue concebida como
            un proceso de decisión que se creó en una dinámica de movimien-
            to sin fin, sin ser hermética o individual sino comunal-colectiva.


               3   “Impresiones de un paseo a Huarizata”, El Diario, La Paz, 20 de julio de
            1932, p. 7.
               4   La q’ispiyasiña, se entiende como la relación dialógica entre libertad y de-
            terminismo.
               5   Oriente. Órgano de la Escuela Racional, Mérida, vol. 1, núm.1, 15 de septiembre
            de 1917, p. 10.
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