Page 345 - Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis) Arturo Vilchis
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350 Educación en Bolivia (Warisata) y México (Chuminópolis)
marka, organizaciones de sentido comunitario. Del ayllu y la marka
a su vez se trazó una nueva territorialización, muy cercana a una
federación, surgió no sólo la matriz escolar o escuela central, sino
los núcleos escolares y escuelas elementales que irradiaron la prác-
tica pedagógica productiva. Organizaciones donde la población
fue la propia gestora de su hacer y proceder económico, reins-
taurando antiguos circuitos de reciprocidad productiva. Prácticas
de autogestión que se oponían contundentemente a las prácticas de
explotación, pongueaje y servidumbre liberal y capitalista, que per-
vivían fuera de los círculos que la escuela guiaba, y los cuales al final
presionaron para destruir a la escuela andina y a su proyecto.
Desde un federalismo divulgado en Chuminópolis y desde una
reterritorialización fundada en la marka y el ayllu en Warisata, en
las dos escuelas, el espacio se estructuró a menor escala, la libre
asociación que en Chuminópolis no llegó a conformarse del todo,
debido a su prematura destrucción; en la escuela andina constitu-
yó un punto de partida para realizar una descentralización econó-
mica y política, para ello en las dos escuelas era imprescindible que
los participantes accedieran al conocimiento del medio natural y
de la región, conocimiento que se transmitió en sus programas
educativos. Una nueva estructuración del territorio que protegiera
a los núcleos de población y la conservación de los recursos natu-
rales, para con ello evitar la dependencia y el intercambio desigual.
La dimensión económica de la autogestión al propagar el re-
parto equitativo, la atribución de recursos, la reciprocidad y respe-
to de los recursos naturales, como perspectivas autonómicas, entre
la Escuela de Chuminópolis y la Escuela de Warisata, son y serán
en la actualidad por excelencia cuestiones políticas.
edUcación y política
Chuminópolis y Warisata como proyectos en la práctica no deli-
mitaron una separación entre educación, ética y política, sino que