Page 114 - Maquiavelo, Nicolas. - El Principe [1513]
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76  NIGOLAS MAQUIAVELO

      cipe para mantenerse  fiel a la palabra dada. Para hacerlo
      más breve, digo que por parte del conjurado no hay sino
      miedo, recelos, temor al castigo que lo atemoriza; en cam-
      bio de la parte del príncipe está la majestad del poder>, las
      leyes, el apoyo de los amigos y del estado que lo defienden;
      de manera que si a todo esto añadimos la benevolencia po-
      pular, es imposible que exista nadie tan temerario que con-
      jure. Porque s1 de ordinario un conjurado ha de temer an-
      tes de la ejecución del mal, en este caso (teniendo al pue-
      blo en contra suya) debe continuar temiendo incluso luego
      de haber llevado a cabo el delito6,  al no poder esperar re-
      fugio ni ayuda de nadie.
        Sobre esta  materia  podrían  darse  infinitos  ejemplos,
     pero me contentaré  con citar tan sólo uno que tuvo lugar
     en época de nuestros padres  Messer Annibale Bentivo-
                                 7•
     glio, príncipe  de Bolonia, abuelo del actual messer Anni-
      bale, fue asesinado por los Canneschi que se habían conju-
      rado contra él, no dejando otro descendiente que messer
     Giovanni (entonces un niño en pañales); inmediatamente
     después de este homicidio, el pueblo se levantó y mató a
      todos los Canneschi. La causa de esto fue el amor que el
     pueblo sentía entonces por los Bentivoglio: y era tan gran-
     de este amor, que, no quedando en Bolonia nadie de la fa-
      milia que pudiera, muerto Annibale, gobernar el estado, los
      boloñeses, conocedores de que en Florencia vivía un des-
     cendiente de los Bentivoglio, que se había considerado has-
      ta entonces hijo de un herrero, vinieron por él a Florencia
     y le dieron el gobierno de la ciudad: que fue gobernada por
     él hasta que messer Giovanni alcanzó una edad convenien-
      te para gobernar.
        Concluyo, pues, diciendo que el príncipe debe tener poco
      en cuenta las conjuras cuando tenga el favor del pueblo;
      pero si el pueblo está descontento y le odia debe temer por

       i  Ver nota 9, capitulo XVIII.
       6  En el original «eccesso», delito. También en Leopardi tiene este sen-
      tido: «Qua! fallo mai, qua! si nefando eccesso Machiomi anzi il narale»
      del Ultimo canto di Saffo, 37-38.
       7  El acontecimiento que narra Maquiavelo tuvo lugar el 24 de junio
      de 1445. Con más detalle se refiere también a él en lstorie fiorentme, VI, 9.
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