Page 111 - Maquiavelo, Nicolas. - El Principe [1513]
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EL PRINCIPE   7 3

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      ojos que por las manos  que a todos es dado ver, pero to-
     car a pocos. Todos ven lo que pareces pero pocos sienten
      lo que eres y esos pocos no se atreven a oponerse a la opi-
      nión de la mayoría que tiene además el poder9  del estado
     que les protege; y en las acciones de todos los hombres, es-
     pecialmente de los príncipes, donde no hay tribunal al que
      apelar, se atiende al resultado  Procure pues el príncipe
                                  10•
     ganar y conservar el estado: los medios serán siempre juz-
     gados honorables y alabados por todos; ya que el vulgo se
                                            11,
     deja cautivar por la apariencia y el éxito  y en el mundo
      no hay más que vulgo; y los pocos no tienen sitio cuando
      la mayoría tiene donde apoyarse. Cierto príncipe de nues-
      tro tiempo, al que no es oportuno nombrar12,  no predica
      más que paz y lealtad, cuando de la una y de la otra es acé-
      rrimo enemigo; y tanto la una como la otra, de haberlas
     observado, le habrían arrebatado o la reputación o el estado.









        8   En el original: «iudicano piú  alli occhi che alle mani», juzgan más
      por lo que se ve (por las apariencias) que por lo que se toca (por la rea-
      lidad). Confrontar con Discorsi, I, 25.
        9  En el texto: ernaestá  dello stacos, el poder, la fuerza, el prestigio, el
      peso del estado.
        10   Ya en 1512, en los « Ghiribizzi» a Soderini, publicados junto a sus
      Lettere, Maquiavelo había escrito: «Donde io vedo ... che si habbia nelle
      cose a giudicare il fine come le son fatte, et non il mezzo come le si fan-
      no». Ver también, Discorsi, 111, 25. Para Puppo, en sus notas a la ya ci-
      tada edición del Prlncipe, este «fine» no indica finalidad a alcanzar, lo
      que llamamos tantas veces hablando precisamente de Maquiavelo «fin»,
      sino éxito final de una determinada acción, conclusión. Tiene pues un sig-
      nificado técnico que se sustrae a  toda valoración de carácter ético o
      religioso.
          En el texto: «lo evento della cosa», el éxito de la acción, como en
        11
      lstorie fiorentme, III, 13, «coloro che vincono, in qualunque maniera vin-
      cano, mai non ne riportano vergogna».
       12   Se refiere a Fernando el Católico a propósito del que se puede ver
      Principe, Capítulo XXI, y confrontar también la opinión de Guicciardini,
      Op. ined., VI, 286: «lo credo bene che e' sappi simulare sopra tutti li alrri
      uomini».
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