Page 146 - Crepusculo 1
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pueda hallar uno igual a él en toda la historia —hizo una pausa—. Para mí, sólo fue muy, muy
doloroso.
Supe que no iba a revelar más de ese tema por la forma en que fruncía los labios.
Reprimí mi curiosidad, aunque estaba lejos de estar satisfecha. Había muchas cosas sobre las
que necesitaba pensar respecto a ese tema en particular, cosas que surgían sobre la marcha.
Sin duda alguna, su mente rápida ya había previsto todos los aspectos en los que me iba a
eludir.
Su voz suave interrumpió el hilo de mis pensamientos:
—Actuó desde la soledad. Ésa es, por lo general, la razón que hay detrás de cada
elección. Fui el primer miembro de la familia de Carlisle, aunque poco después encontró a
Esme. Se cayó de un risco. La llevaron directamente a la morgue del hospital, aunque, nadie
sabe cómo, su corazón seguía latiendo.
—Así pues, tienes que estar a punto de morir para convertirte en...
Nunca pronunciábamos esa palabra, y no lo iba a hacer ahora.
—No, eso es sólo en el caso de Carlisle. El jamás hubiera convertido a alguien que
hubiera tenido otra alternativa —siempre que hablaba de su padre lo hacía con un profundo
respeto—. Aunque, según él —continuó—, es más fácil si la sangre es débil.
Contempló la carretera, ahora a oscuras, y sentí que estaba a punto de zanjar el tema.
— ¿Y Emmett y Rosalie?
—La siguiente a quien Carlisle trajo a la familia fue Rosalie. Hasta mucho después no
comprendí que albergaba la esperanza de que ella fuera para mí lo mismo que Esme para él.
Se mostró muy cuidadoso en sus pensamientos sobre mí —puso los ojos en blanco—. Pero
ella nunca fue más que una hermana y sólo dos años después encontró a Emmett. Rosalie iba
de caza, en aquel tiempo íbamos a los Apalaches, y se topó con un oso que estaba a punto de
acabar con él. Lo llevó hasta Carlisle durante ciento cincuenta kilómetros al temer que no
fuera capaz de hacerlo por sí sola. Sólo ahora comienzo a intuir qué difícil fue ese viaje para
ella.
Me dirigió una mirada elocuente y alzó nuestras manos, todavía entrelazadas, para
acariciarme la mejilla con la base de la mano.
—Pero lo consiguió —le animé mientras desviaba la vista de la irresistible belleza de
sus ojos.
—Sí —murmuró—. Rosalie vio algo en sus facciones que le dio la suficiente entereza,
y llevan juntos desde entonces. A veces, viven separados de nosotros, como una pareja
casada: cuanto más joven fingimos ser, más tiempo podemos permanecer en un lugar
determinado. Forks parecía perfecto, de ahí que nos inscribiéramos en el instituto —se echó a
reír—. Supongo que dentro de unos años vamos a tener que ir a su boda otra vez.
— ¿Y Alice y Jasper?
—Son dos criaturas muy extrañas. Ambos desarrollaron una conciencia, como
nosotros la llamamos, sin ninguna guía o influencia externa. Jasper perteneció a otra familia...
Una familia bien diferente. Se había deprimido y vagaba por su cuenta. Alice lo encontró. Al
igual que yo, está dotada de ciertos dones superiores que están más allá de los propios de
nuestra especie.
— ¿De verdad? —le interrumpí fascinada—. Pero tú dijiste que eras el único que
podía oír el pensamiento de la gente.
—Eso es verdad. Alice sabe otras cosas, las ve... Ve cosas que podrían suceder,
hechos venideros, pero todo es muy subjetivo. El futuro no está grabado en piedra. Las cosas
cambian.
La mandíbula de Edward se tensó y me lanzó una mirada, pero la apartó tan deprisa
que no quedé muy segura de si no lo habría imaginado.
— ¿Qué tipo de cosas ve?
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