Page 147 - Crepusculo 1
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—Vio  a  Jasper  y  supo  que  la  estaba  buscando  antes  de  que  él  la  conociera.  Vio  a
               Carlisle  y  a  nuestra  familia,  y  ellos  acudieron  a  nuestro  encuentro.  Es  más  sensible  hacia
               quienes  no  son  humanos.  Por  ejemplo,  siempre  ve  cuando  se  acerca  otro  clan  de  nuestra
               especie y la posible amenaza que pudiera suponer.
                      — ¿Hay muchos... de los tuyos?
                      Estaba sorprendida. ¿Cuántos podían estar entre nosotros sin ser detectados?
                      —No,  no  demasiados,  pero  la  mayoría  no  se  asienta  en  ningún  lugar.  Sólo  pueden
               vivir entre los humanos por mucho tiempo los que, como nosotros, renuncian a dar caza a tu
               gente —me dirigió una tímida mirada—. Sólo hemos encontrado otra familia como la nuestra
               en  un  pueblecito  de  Alaska.  Vivimos  juntos  durante  un  tiempo,  pero  éramos  tantos  que
               empezamos a hacernos notar. Los que vivimos de forma diferente tendemos a agruparnos.
                      — ¿Y el resto?
                      —Son nómadas en su mayoría. Todos hemos llevado esa vida alguna vez. Se vuelve
               tediosa, como casi todo, pero de vez en cuando nos cruzamos con los otros, ya que la mayoría
               preferimos el norte.
                      — ¿Por qué razón?
                      En aquel momento ya nos habíamos detenido en frente de mi casa y él había apagado
               el  motor.  Todo  estaba  oscuro  y  en  calma.  No  había  luna.  Las  luces  del  porche  estaban
               apagadas, de ahí que supiera que mi padre aún no estaba en casa.
                      — ¿Has abierto los ojos esta tarde? —bromeó—. ¿Crees que podríamos caminar por
               las calles sin provocar accidentes de tráfico? Hay una razón por la que escogimos la Península
               de Olympic: es uno de los lugares menos soleados del mundo. Resultaba agradable poder salir
               durante  el  día. Ni te  imaginas  lo  fatigoso  que puede ser vivir de noche durante ochenta  y
               tantos años.
                      —Entonces, ¿de ahí viene la leyenda?
                      —Probablemente.
                      — ¿Procedía Alice de otra familia, como Jasper?
                      —No, y es un misterio, ya que no recuerda nada de su vida humana ni sabe quién la
               convirtió.  Despertó  sola.  Quienquiera  que  lo  hiciese,  se  marchó,  y  ninguno  de  nosotros
               comprende por qué o cómo pudo hacerlo. Si Alice no hubiera tenido ese otro sentido, si no
               hubiera  visto  a  Jasper  y  Carlisle  y  no  hubiera  sabido  que  un  día  se  convertiría  en  una  de
               nosotros, probablemente se hubiera vuelto una criatura totalmente salvaje.
                      Había tanto en qué pensar y quedaba tanto por preguntar... Pero, para gran vergüenza
               mía, me sonaron las tripas. Estaba tan intrigada que ni siquiera había notado el apetito que
               tenía. Ahora me daba cuenta de que tenía un hambre feroz.
                      —Lo siento, te estoy impidiendo cenar.
                      —Me encuentro bien, de veras.
                      —Jamás  había  pasado  tanto  tiempo  en  compañía  de  alguien  que  se  alimentara  de
               comida. Lo olvidé.
                      —Quiero estar contigo.
                      Era  más  fácil  decirlo  en  la  oscuridad  al  saber  que  la  voz  delataba  mi  irremediable
               atracción por él cada vez que hablaba.
                      — ¿No puedo entrar?
                      — ¿Te gustaría?
                      No me imaginaba a esa criatura divina sentándose en la zarrapastrosa silla de mi padre
               en la cocina.
                      —Sí, si no es un problema.
                      Le oí  cerrar la puerta con cuidado  y casi  al  instante  ya  estaba frente a  la mía para
               abrirla.
                      —Muy humano —le felicité.




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