Page 66 - Crepusculo 1
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Sonrió. Entonces el entrechocar de los guijarros nos alertó de que alguien se acercaba.
Giramos las cabezas al mismo tiempo para ver a Mike y a Jessica caminando en nuestra
dirección a unos cuarenta y cinco metros.
—Ah, estás ahí, Bella —gritó Mike aliviado mientras movía el brazo por encima de su
cabeza.
— ¿Es ése tu novio? —preguntó Jacob, alertado por los celos de la voz de Mike. Me
sorprendió que resultase tan obvio.
—No, definitivamente no —susurré.
Le estaba tremendamente agradecida a Jacob y deseosa de hacerle lo más feliz posible.
Le guiñé el ojo, girándome de espaldas con cuidado antes de hacerlo. El sonrió, alborozado
por mi torpe flirteo.
—Cuando tenga el carné... —comenzó.
—Tienes que venir a verme a Forks. Podríamos salir alguna vez —me sentí culpable al
decir esto, sabiendo que lo había utilizado, pero Jacob me gustaba de verdad. Era alguien de
quien podía ser amiga con facilidad.
Mike llegó a nuestra altura, con Jessica aún a pocos pasos detrás. Vi cómo evaluaba a
Jacob con la mirada y pareció satisfecho ante su evidente juventud.
— ¿Dónde has estado? —me preguntó pese a tener la respuesta delante de él.
—Jacob me acaba de contar algunas historias locales —le dije voluntariamente—. Ha
sido muy interesante.
Sonreí a Jacob con afecto y él me devolvió la sonrisa.
—Bueno —Mike hizo una pausa, reevaluando la situación al comprobar nuestra
complicidad——. Estamos recogiendo. Parece que pronto va a empezar a llover.
Todos alzamos la mirada al cielo encapotado. Sin duda, estaba a punto de llover.
—De acuerdo —me levanté de un salto—, voy.
—Ha sido un placer volver a verte —dijo Jacob, mofándose un poco de Mike.
—La verdad es que sí. La próxima vez que Charlie baje a ver a Billy, yo también vendré
—prometí.
Su sonrisa se ensanchó.
—Eso sería estupendo.
—Y gracias —añadí de corazón.
Me calé la capucha en cuanto empezamos a andar con paso firme entre las rocas hacia el
aparcamiento. Habían comenzado a caer unas cuantas gotas, formando marcas oscuras sobre
las rocas en las que impactaban. Cuando llegamos al coche de Mike, los otros ya regresaban
de vuelta, cargando con todo. Me deslicé al asiento trasero junto a Angela y Tyler,
anunciando que ya había gozado de mi turno junto a la ventanilla. Angela se limitó a mirar
por la ventana a la creciente tormenta y Lauren se removió en el asiento del centro para copar
la atención de Tyler, por lo que sólo pude reclinar la cabeza sobre el asiento, cerrar los ojos e
intentar no pensar con todas mis fuerzas.
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