Page 59 - Cloe-y-el-poubolt-magico
P. 59

—¿Quieres probar una vieira? Necesito las conchas para seguir con la decoración del barrio.



            Cloe  se  quedó  paralizada. Allí,  frente  a  ella,  se  encontraba  la  señora  que  había  creado  todo  ese
            mundo  fantástico.  Se  llamaba  Danièle Arnaud-Aubin  y  era  una  artista  local.  Cloe  se  aproximó;  no
            probó las conchas porque no solía comer animales, pero sí le apeteció charlar un rato con la creadora.


            —Pregúntale si sabe lo que es un Poulbot —le pidió François a Cloe.

            —Un Poulbot eres tú —respondió Danièle, que podía ver y oír a nuestro personaje.
            —¿Tú también puedes verme?
            —¡Claro!, las artistas somos personas cercanas a la magia y al misterio. Seguro que tu amiga creará

            alguna obra un día de estos.
            —Bueno, ya ha inventado un perfume —puntualizó François con un guiño.


            Durante un rato, ayudaron a decorar las calles. Al despedirse, Danièle le regaló una vieira a Cloe.



            —Toma, te regalo tu primera pieza, espero que crees un personaje fantástico nuevo.


            Justo le dio tiempo a sujetar su concha cuando ya estaba en el puerto de Saint Nazaire. Cloe miró

            hacia las aguas y se asustó al ver la silueta de una especie de ballena gigantesca.


            —¡Una ballena! ¡Varada en el puerto! ¡Hay que salvarla!


            Cloe estaba nerviosa y preocupada, aunque François no perdió la calma. Al contrario, le respondió

            con una sonrisa burlona.


            —Sí, sí, una ballena. Venga, vamos a su barriga.
   54   55   56   57   58   59   60   61   62   63   64