Page 137 - Matilda
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La práctica
M ATILDA encontró la casa vacía, como de costumbre. Su padre no había
regresado del trabajo, su madre no había vuelto del bingo y su hermano
andaría por cualquier parte. Fue derecha al cuarto de estar y abrió el cajón del
aparador donde sabía que su padre guardaba una caja de puros. Cogió uno, se
dirigió a su dormitorio y se encerró en él.
« Ahora a practicar» , se dijo a sí misma. « Va a ser duro, pero estoy decidida
a hacerlo» .
Su plan para ayudar a la señorita Honey comenzaba a perfilarse
perfectamente en su mente. Lo tenía planeado en casi todos sus detalles, pero
todo dependía de que ella fuera capaz de hacer una cosa muy especial con el
poder de sus ojos. Sabía que no podría lograrlo sin más, pero confiaba en que con
mucha práctica y esfuerzo, acabaría teniendo éxito. El puro era esencial. Era,
quizá, un poco más grueso de lo que hubiera deseado, pero el peso era bastante
exacto. Sería estupendo para practicar.
En el tocador del dormitorio de Matilda había un cepillo para el pelo, un peine
y dos libros de la biblioteca. Apartó aquellos objetos y depositó el puro en el
centro. A continuación, se alejó y se sentó en el borde de la cama. Estaba a algo
más de tres metros del puro.