Page 138 - 14 Copernico
P. 138
testantes. El alemán Johannes Kepler, el español Diego de Zúñiga,
el inglés Thomas Digges y los italianos Paolo Antonio Foscarini,
Galileo Galilei y Giordano Bruno se convirtieron, de una manera
u otra, en abogados de la nueva cosmología y aprobaron abierta-
mente una interpretación no literal de la Biblia en temas relacio-
nados con la naturaleza, siguiendo el espíritu de Agustín de
Hipona, Ockham, Buridan, Oresme y Cusa. La reacción de la Curia
fue inmediata. Condenado y asesinado en la hoguera Bruno en
1600, las obras de Copémico y Zúñiga fueron colocadas en el Ín-
dice de libros prohibidos y Galileo fue procesado y condenado
públicamente en 1633. El libro de Copérnico permanecería en el
LA CONTRARREFORMA
La Reforma luterana sorprendió a la Iglesia católica, que, durante más de dos
décadas, intentó reaccionar de una forma conciliadora. Sin embargo, por toda
Europa florecía un espíritu de cambio, que no era ajeno al Humanismo que le
había precedido. Príncipes y cardenales se separaban de la doctrina oficial y
cuestionaban o negaban la autoridad e infalibilidad del papa. Por otra parte,
dentro del propio catolicismo crecía la idea de que era necesario que la misma
Iglesia corrigiera los errores que habían conducido a esa situación, eliminando
costumbres y vicios que la jerarquía había tolerado. A esta reacción, origina-
da en el seno de la Iglesia católica, se la denominó Contrarreforma.
El Concilio de Trento
Para establecer los principios y las líneas maestras de esa renovación, se de-
cidió convocar un concilio que acabó celebrándose en la ciudad italiana de
Trento, comenzando en 1545; sus sesiones duraron hasta 1563, siendo inte-
rrumpidas por las defunciones sucesivas de los papas Paulo 111, Julio 111, Mar-
celo 11 y Paulo IV, que rigieron la Iglesia en ese período. Finalmente el concilio
fue clausurado por Pío IV. En el Concilio de Trento no participaron los protes-
tantes por decisión propia. De él salió un conjunto de decisiones que preten-
día eliminar errores y volver a la pureza originaria de la Iglesia. También se
reafirmó la necesidad de elaborar un indice de libros prohibidos. La Contra-
rreforma católica impulsó el renacimiento de la Roma papal y significó el as-
censo de la Compañía de Jesús, fundada en 1534 por Ignacio de Loyola, que
tuvo una activa participación en el concilio y se convirtió en la avanzadilla de
la respuesta católica.
138 UN MODELO QUE PERDURA PESE A TODO