Page 77 - 01 Einstein
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,TODO ES  RELATIVO?

       Llegados a este punto, cabe plantearnos si la contracción de
       Lorentz y la dilatación temporal son reales. Seguramente antes
       de contestar, Einstein nos preguntaria con una media sonrisa qué
       entendernos por real.  Podernos afirmar que de un mismo fenó-
       meno, examinado desde diversos puntos de vista, los observadores
       extraerán conclusiones diferentes acerca de las distancias, la si-
       multaneidad y los intervalos de tiempo. Por tanto, estas nociones
       no son absolutas. Tampoco son arbitrarias, porque podemos rela-
       cionar con precisión unos puntos de vista con otros y predecir las
       conclusiones a las que llegarán los observadores de otros sistemas
       a partir de las nuestras. La contracción y la dilatación son reales en
       el sentido de que si la luz viajara a 100 km/h, por ejemplo, veríamos
       a los ocupantes de un vehículo que corriera a 90 km/h aplastarse
       como si los hubieran pintado sobre la superficie de un acordeón
       que se cierra.  Pero no lo son si esperarnos que los átomos que
       componen el coche y sus ocupantes se comprin1an en un sentido
       físico literal. Los pasajeros no experinlentan ningún aplastamiento
       a bordo del coche. Para ellos los efectos relativistas se invierten:
       quienes se aplastan son las fachadas de la calle y los transeúntes,
       que caminan a cámara lenta .
                                .
           Nuestras nociones de espacio y tiempo están vinculadas a
       nuestro estado de movimiento y no podemos extrapolarlas alegre-
       mente al resto del universo. Cuando se detiene el vehículo, se des-
       vanece la magia.  Los  ocupantes y los transeúntes perciben las
       mismas longitudes y sus relojes marchan al mismo ritmo.
           Esta última afirmación no es del todo exacta, porque tanto
       para adquirir una velocidad como para detenernos precisarnos el
       concurso de una aceleración, una invitada que nadie espera en la
       relatividad especial. Y cuando la aceleración se presenta, hay que
       ampliar el terreno de juego hasta el marco de la relatividad gene-
       ral,  donde nos aguardan nuevos efectos inesperados, entre ellos
       que la dilatación temporal deja su huella incluso después de ha-
       bernos parado. Si viajamos al espacio a bordo de una nave que
       alcance velocidades muy próximas a la luz, al regresar seremos
       más jóvenes que nuestro hermano gemelo, que se quedó agitando





                                             TODO MOVIMIENTO ES  RELATIVO   77
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