Page 46 - 25 Maxwell
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des escocesas, que comenzaban a finales de abril y se prolonga-
                     ban hasta principios de noviembre. De este modo, los estudiantes
                     podían ayudar en la época más dura de la agricultura, las estacio-
                     nes de primavera y verano. Maxwell definió su laboratorio como
                     sigue:


                         Tengo una puerta vieja sujeta por dos barriles y dos sillas, de las
                         cuales una es segura, y un tragaluz que puedo abrir y cerrar.
                         Sobre la puerta, o mesa, hay muchos cuencos, jarros, platos, botes ...
                         que contienen agua, sal, soda, ácido sulfúrico, vitriolo azul, grafito;
                         también cristal roto, hierro, hilo de cobre, cera de abeja, cera para
                         sellar, pizarra, resina, carbón vegetal, una lente, un aparato galváni-
                         co de Smee [un kit eléctrico de entonces que incluía una bateria], y
                         una variedad incontable de pequeños escarabajos, arañas y cochini-
                         llas que caen en los diferentes líquidos y mueren envenenados.

                         Si la práctica lo es todo, James estaba aprendiendo a pasos
                     agigantados con sus experimentos sobre todo lo imaginable y
                     preparándose para lo que estaba por llegar. Para sus experimen-
                     tos eléctricos chapaba con cobre viejos botes de mermelada y
                     divertía a la muchachada del lugar con sus pruebas químicas,
                     dejando que escupieran en una mezcla de dos polvillos blancos
                     y viendo cómo estos cambiaban su color al verde.  Pero lo que
                     realmente le llamaba su atención era la luz polarizada,  luz en
                     la que todos los puntos de la onda vibran en el mismo plano.
                     Esto podemos observarlo fácilmente usando dos gafas de sol con
                     cristales polarizados. Si las enfrentamos de modo que quede un
                     cristal frente al otro y giramos una de ellas, se observa que llega
                     un momento en que no pasa nada de luz. Esto sucede porque los
                     dos cristales solo dejan pasar la luz cuya vibración se verifica
                     en la dirección vertical del cristal. Al girar el segundo, lo hemos
                     colocado a 90º respecto al primero, luego no dejará pasar la luz
                     (figura 1).  Le  fascinaban los colores que emergían al iluminar
                     con este tipo de luz los cristales no templados ( que se han en-
                     friado tan rápido que las tensiones que surgen en ellos quedan
                     como congeladas, debido a que la parte exterior se enfría más
                     deprisa que la interior). Pero su interés iba más allá de lo pura-





         46          LA TEORÍA DE LA  ELASTICIDAD
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