Page 52 - 08 Boltzmanm
P. 52

Pero la derivación de Boltzmann tenía un problema y era su
                     uso de lo que se dio más tarde en llamar la «hipótesis ergódica».
                     Se trataba del supuesto de que, si se le daba el suficiente tiempo,
                     una molécula pasaría por todas las energías posibles, lo cual era
                     necesario para poder aplicar la teoría de la probabilidad de forma
                     rigurosa. Es decir, supongamos que una cierta molécula se encuen-
                     tra en reposo en un cierto instante: cada vez que sufra una colisión,
                     su energía cinética se verá modificada y tomará un nuevo valor
                     aleatorio; si se espera suficiente tiempo, parece lógico asumir que
                     la molécula habrá pasado por todas las energías posibles.
                         Sin embargo, los números reales -que incluyen a racionales
                     e irracionales- poseen ciertas propiedades que Boltzmann des-
                     conocía y que contradicen su hipótesis: entre dos cualesquiera,
                     hay un número infinito de otros números reales. Así pues, aunque
                     se disponga de un tiempo infinito,  nada garantiza que un valor





                NÚMEROS REALES Y NÚMEROS RACIONALES
                Los números reales consisten en  la  suma de los conjuntos de los números
                racionales y los irracionales. Los primeros son aquellos expresables como un
                cociente entre dos números enteros; los segundos no pueden expresarse de
                esta manera. Ejemplos de números racionales son 2, 5/7 o 2,35; en cambio, Jt,
                e o  ✓2 son números irracionales. Una propiedad importante de los  números
                irracionales es  que son  infinitamente más abundantes que los racionales. De
                hecho, entre dos números reales cualesquiera hay una infinidad de números
                irracionales. Para comprobar esta propiedad de manera algo informal basta
                con fijarse .en su expresión decimal. Por ejemplo, tómense dos números muy
                próximos entre sí,  como 1,00000000250 y 1,00000000251; añadiendo una
                serie aleatoria de ceros y unos después del 5, se obtienen infinitas combinacio-
                nes -ya que hay infinitos decimales- de números que tienen un valor entre los
                dos anteriores. Además, por muy pequeña que se haga la diferencia, siempre
                habrá un número infinito, ya que infinito -el número total de cifras decimales
                de un número irracional- menos un número finito sigue siendo infinito. Esto
                tiene como consecuencia que es  imposible que, dando un tiempo finito -o
                tan grande como se quiera-, una molécula pase por todos los valores posibles
                de la  energía, si  esta puede tomar cualquier valor real.  Lo único que puede
                asegurarse es  que las trayectorias serán «densas»,  lo que matemáticamente
                significa que pasarán arbitrariamente cerca de cualquier número.
           -






          52         EL CALOR DE LOS ÁTOMOS
   47   48   49   50   51   52   53   54   55   56   57