Page 72 - 08 Boltzmanm
P. 72
quien, después de lograr fotografiar las ondas de choque produci-
das al superar la barrera del sonido, se había labrado una buena
reputación como físico experimental. Los motivos de Mach para
aspirar a la cátedra eran parecidos a los de Ludwig, hasta tal punto
que resultaban casi inverosímiles: la pareja de Mach no solo era de
Graz, como Henriette, sino que también era huérfana.
Las coincidencias no acababan ahí. Mach tenía acceso a los
círculos de poder de la ciudad a través de Wilhelm Kienzl, el hijo
del alcalde, con quien había estudiado acústica en Praga. Gracias a
su amistad, podía informarse de los tejemanejes en la universidad
y conspirar para obtener la plaza. Por otro lado, Boltzmann con-
taba con otro espía en la misma casa: la propia Henriette, que tras
quedar huérfana había sido adoptada por la familia. La situación
dio pie a una sucesión de intrigas, con la información pasando de
la universidad a la familia de los Kienzl y luego a Boltzmann y a
Mach, que a su vez maniobraban para utilizar a su favor el conoci-
miento obtenido. Henriette llegó incluso a hacer campaña por su
futuro marido entre el profesorado - afirmando que Mach podía
ser un buen físico, pero que Ludwig era un genio- y a enviar una
carta al ministerio afirmando que el clima de Graz sería mejor para
la salud de su prometido.
El conflicto se resolvió tras la renuncia de Mach, quien afirmó
que, si él mismo tuviera que decidir, escogería a Boltzmann. Esto
puede parecer sorprendente, ya que Mach y Boltzmann suelen ser
retratados como enemigos. En realidad, tenían una relación cor-
dial, a pesar de sus desavenencias filosóficas.
Henriette y Ludwig se casaron en 1876 y Boltzmann se mudó
a Graz. Pasaron catorce años en la ciudad, una larga época de
felicidad que acabaría en 1888 para no volver jamás.
LA OBJECIÓN DE LOSCHMIDT
En 1872 Boltzmann había publicado su teorema H, un logro de
extrema importancia, lo que fue reconocido de inmediato por sus
contemporáneos, aunque también causó cierta polémica, ya que
72 PROBABILIDAD, DESORDEN Y ENTROPÍA