Page 91 - 29 Lavoisier
P. 91
Como se ha indicado anteriormente, Lavoisier relacionaba este
término no con el vocablo de raíz griega «caos», sino con el de
raíz sajona ghost, que significa «fantasma» o «espectro». Según
Lavoisier, un gas estaba formado por «calórico», la base del calor,
y por la base material del gas. La luz y el calor, cuya emisión o
absorción acompaña a todas las reacciones químicas, eran pro-
ducidos en la combustión de los cuerpos por la pérdida de esta
sustancia material denominada «calórico». Resulta curioso que
después de haber luchado tanto para desterrar el flogisto, Lavoisier
cayera de bruces en la trampa del «calórico», que guardaba tantas
semejanzas con aquel.
El primer fluido elástico del que se ocupaba era la atmósfera,
entonces conocida como «aire común». Como se ha señalado en
el capítulo anterior, Lavoisier explicaba que estaba compuesto
por dos gases, uno respirable y otro no. En este punto describía
minuciosamente el experimento más famoso de la historia de la
química: el del calentamiento del mercurio durante doce días,
tal y como había sido presentado en la Academia de Ciencias el
3 de mayo de 1777. En el Tratado lo ilustraba por primera vez
con uno de los dibujos realizados por Marie, que incluía todos
los detalles que permitirían reproducirlo a los científicos que es-
tuvieran interesados en ello. Según explicaba Lavoisier, con este
experimento la composición del aire quedaba demostrada tanto
mediante análisis como mediante síntesis. De nuevo explicaba
que el gas respirable era «oxígeno», mientras que el no respirable
era «ázoe».
La primera parte también recogía los resultados cuantitativos
de la combustión del fósforo, pero del azufre solo se hablaba de
los productos formados, no de las proporciones de sus componen-
tes. Los resultados que Lavoisier había obtenido no le debieron
parecer suficientemente precisos, aunque, de hecho, lo eran. Los
datos recogidos en su cuaderno de laboratorio de los experimen-
tos realizados en mayo de 1785 muestran que 38,98 granos de aire
vital se combinaban con 61 de azufre. En el trióxido de azufre esa
proporción es de 40 a 60.
La segunda parte del Tratado estaba dedicada a los ácidos,
las bases y la formación de sales a partir de los mismos. En ella
UNA CIENCIA NUEVA 91