Page 25 - 21 Faraday
P. 25

en aprendiz  de  herrero,  pero la Revolución industrial estaba
          transformando la sociedad, y a ello se sumaba el hecho de que
         Inglaterra estaba en guerra con Francia. El futuro,  por mucho
         que quisiera resistirse su padre, era el vapor. Y,  a pesar de que
          tenía varias posibilidades laborales relacionadas con el mismo,
          la indecisión hizo que Faraday se convirtiera provisionalmente
          en el chico de los recados de una librería próxima regentada por
         un tal George Riebau, en Blandford Street, a la altura de Baker
          Street.
             El empleo era muy sencillo, pues tan solo debía recorrer la
         vecindad, algo en lo que Faraday tenía ya mucha experiencia gra-
         cias a sus años de deambular con su banda de amigos, faltando
         a menudo a la escuela. El trabajo ofrecido por Riebau ni siquiera
         requería que supiera leer.  Con todo, Faraday sabía leer, al igual
         que muchas otras personas, pues cada vez más gente aprendía a
         hacerlo: la tasa de alfabetización estaba incrementándose espec-
         tacularmente en toda la Europa industrializada, en parte como
         resultado de las prensas mecanizadas y los barcos, que abarata-
         ban la producción y distribución de los libros. Este interés ge-
         neralizado, que mantenía al joven muy ocupado, transportando
         libros de un sitio a otro, acabó por transmitirse al propio Faraday.
         Fue un proceso lento pero inexorable: el chico tenía curiosidad
         por los libros que vendía, una curiosidad que finalmente se vio
         estimulada porque en la trastienda de la librería se cosían las
         páginas de texto.
             Riebau escribió una carta en 1813 en la que describía el ím-
         petu de Faraday por aprender cosas nuevas en los libros:


             Tras las horas normales de trabajo, él se encargaba principalmente
             de dibujar y copiar del Artist's Repository, una obra publicada en
             números que obtenía semanalmente. [ ... ] Por aquel entonces leía
             frecuentemente la obra del doctor Watts Mejora de la mente y fre-
             cuentemente la llevaba en su bolsillo cuando daba un paseo tempra-
             no por la mañana, visitando algunas otras obras de arte o buscando
             alguna curiosidad mineral o vegetal. [ ... ] Si yo tenía cualquier libro
             curioso de mis clientes para encuadernar, con láminas, él los copia-
             ba si pensaba que eran raros o ingeniosos.





                                                  BUSCANDO LA CHISPA DIVINA   25
   20   21   22   23   24   25   26   27   28   29   30