Page 54 - 09 Bohr
P. 54

su disposición dentro de la esfera de electricidad positiva, Thorn-
                    son imaginaba que los electrones podían formar estructuras es-
                    tables en forma de esferas más o menos concéntricas. De este
                    modo, serían solo los electrones más externos los que determina-
                    rían las propiedades físicas y químicas de los elementos, corno,
                    por ejemplo, la existencia de iones -átomos con carga positiva o
                    negativa- o el enlace químico.


         «La investigación en ciencia aplicada conduce a reformas,
         la investigación en ciencia pura conduce a revoluciones.»
         -  JosEPH JOHN  THOMSON.

                        Sin embargo,  el sueño de Thornson duró muy poco. Hacia
                    finales de 1905 varios resultados experimentales supusieron una
                    evidencia indirecta de que el número de electrones en cada átomo
                    no podía ser mayor que algunas decenas. De ser ello cierto, sig-
                    nificaba que la mayor parte de la masa de los átomos no podía
                    residir en sus electrones, sino en la parte con electricidad positiva.
                    ¿En qué consistiría, pues, esa parte del átomo cargada positiva-
                    mente? Aquí, Thornson dejó de especular y se puso a investigar los
                    iones positivos, es decir, los átomos que habían perdido algún( os)
                    electrón(es), en busca de una clave que le permitiera entender la
                    parte positiva del átomo.
                        Pero con la disminución del número de electrones apareció
                    el problema fundamental, un problema que resultó ser insalvable
                    con los métodos de la f'ISica del siglo XIX: la inestabilidad del átomo
                    debido a la radiación de los electrones. Y es que, corno se vio en
                    el capítulo anterior, el movimiento de las partículas cargadas eléc-
                    tricamente (y los electrones lo están) produce todo tipo de efectos
                    inesperados. El que aquí nos ocupa es el de la pérdida de energía
                    por radiación debido a su velocidad, algo así corno la pérdida de
                    velocidad debido a la resistencia del medio.
                        Para poder imaginar configuraciones estables de electrones
                    en un mar de electricidad positiva era imprescindible que los elec-
                    trones se movieran a grandes velocidades; al hacerlo,  emitirían
                    radiación electromagnética, con lo que perderían energía y velo-






         54         LOS ELECTRONES JUEGAN CON  BOHR
   49   50   51   52   53   54   55   56   57   58   59