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el radar estaban dispuestos a resolver del mismo modo los pro-
blemas de la electrodinámica cuántica. Su planteamiento era
eminentemente práctico: menos reflexiones filosóficas sobre la
epistemología de la nueva física y más enfrentarse al problema
que realmente importaba: encontrar un modo de eliminar los in-
finitos de las cuentas. A este programa de trabajo se le puso el
nombre de renormalización.
Y entonces, un sábado de abril de 1947, Willis Lamb, un cien-
tífico del Laboratorio de Radiación de la Universidad de Columbia
(una rara avis dentro de la física, pues era un teórico reconvertido
a experimental) y su estudiante Robert Retherford descubrieron
un hecho que iba a marcar el futuro de la física: al bombardear con
microondas el átomo de hidrógeno para medir con una precisión
jamás alcanzada sus niveles de energía, se encontraron con una
pequeñísima diferencia entre dos de ellos, cuando la teoría de
Dirac predecía que debían tener exactamente la misma energía.
¡Dirac estaba equivocado! Semejante descubrimiento hizo que
Lamb no pudiera quitarse de su cabeza dos palabras: premio
Nobel. Dos meses más tarde, Oppenheimer le invitaba a participar
en un pequeño encuentro en el hotel Ram's Head situado en la isla
Shelter, en el límite este de Long Island. Nadie imaginaba que se
trataría de un encuentro que, al igual que sucedió con el quinto
Congreso Solvay de 1927, iba a cambiar la física.
REUNIÓN EN LA ISLA SHEL TER
La tarde del 1 de junio de 194 7, aquellos neoyorquinos que acaba-
ban de salir del trabajo debieron de quedarse sorprendidos al ver
una larga columna de motoristas de la policía con las sirenas en-
cendidas escoltando un autobús hacia la isla Shelter. En su inte-
rior viajaban veinticuatro físicos, la mayoría de ellos artífices del
Proyecto Manhattan. Ya en el hotel, «correteaban por los pasillos
balbuceando ecuaciones matemáticas, y cenaban en medio de la
exaltación de las discusiones técnicas», escribió un periodista del
New York Herald Tribune al día siguiente. Un rumor se propagó
LA ELECTRODINÁMICA CUÁNTICA: QED 89