Page 125 - 19 Marie Curie
P. 125
hacían viable el modelo planetario de Rutherford, sino que expli-
caban otros muchos resultados previos, especialmente los espec-
tros atómicos. Los trabajos de Schródinger y Heisenberg a finales
de la década de 1920 terminaron de dibujar el modelo cuántico
del átomo. Junto a este importante desarrollo teórico, en el la-
boratorio de Manchester tuvo lugar un desarrollo experimental
aparentemente menor pero que resultó de gran trascendencia:
Geiger diseñó un dispositivo que permitía contar las partículas
a una a una. Su contador se convi1tió en la herranüenta impres-
cindible en todos los laboratorios en los que se estudiaba y se
estudia la radiactividad.
Paralelamente se desentrañó otro de los misterios de la ra-
diactividad. En el estudio de los elementos producidos en las
series de desintegración radiactivas, Soddy había observado en
1910 que las especies que él denominó «mesotorio» y «torio-X»,
así como el radio, eran imposibles de separar, por lo que empezó
a pensar en la posibilidad de que más de una especie ocupara
el mismo lugar en la tabla periódica. En 1913 se confirmó su in-
tuición cuando el alemán Kazinüerz Fajans ---que también había
trabajado en Manchester con Rutherford- llegó a las mismas
conclusiones. Las denominadas «leyes de Soddy-Fajans de desin-
tegración radiactiva» establecían que cuando un elemento enütía
una partícula a se desplazaba dos posiciones a la izquierda en la
tabla periódica, y cuando enütía una partícula ~ se desplazaba una
posición a la derecha.
Soddy comprobó que si un elemento enütía una partícula a y
a continuación dos ~, no se obtenía el elemento de partida, sino
otra sustancia con sus nüsmas propiedades químicas, pero con di-
ferente tiempo de senüdesintegración. Discutiendo esta aparente
incongruencia en una cena familiar, la doctora escocesa Margaret
Todd propuso a Soddy el término «isótopo» para nombrar a las
sustancias que compartían sitio en la tabla periódica. El primer
indicio de la existencia de isótopos lo proporcionó J.J. Thomson
al encontrar dos líneas atribuibles al neón en los rayos canales
(los anódicos o positivos).
La prueba definitiva la proporcionó su discípulo Francis Wil-
liam Aston tras volver del frente una vez finalizada la Primera Gue-
LA VIDA SIN PIERRE 125