Page 114 - 04 Max Planck
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tarlo, y así, el 15 de octubre de 1909 Einstein se convirtió en pro-
fesor de la Universidad de Zúrich.
No es necesario insistir aquí en el grado máximo de terror y
locura colectiva que alcanzó el antisemitismo en la Alemania nazi.
Ya antes de la llegada de los nazis al poder en 1933, la presión
sobre los judíos alemanes se había incrementado notablemente en
la última década. En el campo de la física, los abanderados del
antisemitismo fueron Johannes Stark y Philip Lenard. Ambos ha-
bían sido muy buenos físicos experimentales y habían obtenido
sendos premios Nobel de Física por sus trabajos (Lenard en 1905
y Stark en 1919). En la década de 1920, emprendieron una deriva
radical que tenía tanto de ideológico como de posicionamiento en
las luchas internas de poder en el seno de la ciencia alemana.
Planck, que como secretario permanente de la Academia Prusiana
de Ciencias, miembro destacado de la Sociedad Káiser Guillermo
-que llegó a presidir-, antiguo rector de la Universidad de Ber-
lín e integrante de innumerables comités y sociedades científicas,
fue una de las piezas fundamentales del sistema científico alemán
durante las décadas de 1920 y 1930, no fue ajeno a estas luchas.
«Son un nido de ratas de corrupción científica:.»
- Los INTELECTUALES ALEMANES DEL RÉGIMEN NAZI, EN REFERENCIA A LOS QUE APOYABAN
Y ENSEÑABAN LAS TEORÍAS DE EINSTEIN.
En todas sus acciones e intervenciones Planck abogaba por
la ciencia básica como garante del progreso y, en particular, por la
física teórica. Lógican1ente, apoyaba a varios de los físicos teóricos
más importantes de la época: Heisenberg, Laue, Schrodinger y, por
supuesto, Einstein. Stark y Lenard conspiraron durante dos déca-
das por restar influencia a Planck y sus «teóricos». Así, los ataques
a Einstein por su origen judío formaban parte de la retórica nazi,
pero también tenían una intención política: la de debilitar la posi-
ción de Planck y su entorno. A p1incipios de los años veinte ciertos
sectores de la intelectualidad alemana, respaldados por Stark y
Lenard, empezaron a hablar de la teoría de la relatividad en térmi-
nos de «ciencia judía», para ellos Einstein era un farsante.
114 LA EDAD CUÁNTICA