Page 131 - 17 Laplace
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del 80%.  En el primer caso  determinamos,  según Laplace,  la
       probabilidad «absoluta» (hoy se dice probabilidad lógica). En el
       segundo, la probabilidad «aproximada» (probabilidad objetiva).
       Y, en el tercero, la probabilidad «relativa» a nuestros conocimien-
       tos o creencias (probabilidad subjetiva). Además, Laplace distin-
       gue entre azar y probabilidad. El azar no tiene, según su filosofía
       determinista, realidad en sí mismo. Nada sucede sin causa y, por
       tanto,  el azar únicamente expresa nuestro desconocimiento de
       la causa subyacente a un suceso, siendo la probabilidad el medio
       más adecuado para solventar esta ignorancia de los principios y
       las causas que actúan detrás de los fenómenos.

               «Los problemas fundamentales de la vida no son más que
             problemas de probabilidades[ ... ].  En el fondo la teoría de la
                probabilidad es solo sentido común reducido a cálculo.»

                                                                     -  LAPLACE.
           Pero Laplace no solo se dedicó a diseccionar el corazón de la
       probabilidad, sino que también centró su atención en mostrar su
       extrema utilidad para la estadística y la demografía. En su disqui-
       sición,  analiza las probabilidades de nacimientos según el sexo,
       recurriendo a los datos de las parroquias francesas para determi-
       nar las probabilidades a priori que necesita para aplicar el teorema
       de Bayes. Infiere, de acuerdo a los hechos que venían ocurriendo,
       que la probabilidad de que nazca un niño es muy ligeramente supe-
       rior a la de que nazca una niña, y afirma que es razonable esperar
       que el número de niños nacidos supere al de niñas en París durante
       los próximos 179 años. Todo un ejemplo de inferencia estadística.
           Pero sus aplicaciones de la probabilidad a otros can1pos con-
       taban, pese al apoyo de Condorcet, con un enemigo acérrimo: su
       propio padrino, D'Alembert, quien una y otra vez había reiterado
       sus dudas sobre la utilidad del cálculo de probabilidades. Laplace
       iría más allá que sus predecesores y pondría continuamente de
       relieve la utilidad de esa parte del cálculo de probabilidades que
       va de los efectos a las causas para las ciencias observacionales y
       experimentales, donde frecuentemente se conocen los resultados






                                             PROBABILIDAD Y DETERMINISMO    131
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