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· cuerda vibrante. Esta nueva concepción es susceptible de extensas
           generalizaciones y creo que toca de muy cerca la verdadera esencia
           de las condiciones de los cuantos.





            LA ECUACIÓN DE SCHRODINGER

            En la formulación desarrollada en 1925 por el físico austriaco Erwin Schrodin-
            ger, de gran importancia en la teoría de la mecánica cuántica, el estado de un
            sistema de partículas en interacción se describe completamente por su función
            de ondas \JI,  que depende del tiempo y de todas las coordenadas de las par-
            tículas. Si  se  ignoran los efectos relativistas. la  función de ondas es  solución
            de la ecuación
                                      i!iW - H\JI.
            Analicemos a continuación la notación utilizada. El símbolo i corresponde a
            la  unidad de los números imaginarios, es  decir, J:i. El  símbolo !i es  la  cons-
            tante reducida de Planck h/ (2n).  El  punto sobre una función es  la  manera
            abreviada de indicar una derivada respecto al  tiempo. A  la  derecha de esta
            ecuación aparece la  función  hamiltoniana H= T+ V, que es  la  suma de las
            energías cinética y potencial del sistema. En el caso particular de un electrón
            en el átomo de hidrógeno, la energía cinética, que en la física clásica corres-
            ponde a T = p  2  /  (2m) corresponde ahora al operador





            que indica las variaciones segundas respecto de las coordenadas espaciales
            (x, y, z) cuando actúa sobre la  función de ondas. La  energía potencial viene
            dada por la expresión de Coulomb, que en unidades convenientes se escribe
                      2
            como V= -e /  r.  Schrodinger se sorprendió mucho de la presencia del núme-
            ro i,  porque estaba convencido de la  «realidad» de la  función de ondas. En
            uno de sus artículos escribió a pie de página un comentario en el que alude al
            humor escatológico de Pauli:

                Pero, ¿cómo ha podido introducirse J::j en esta ecuación? Una respuesta, de la que
                no me atrevo a indicar aquí el sentido general, fue dada por un físico que dejó
                Austria hace algún tiempo, pero que [ ... ]  no ha perdido completamente su afilado
                humor vienés y  que además es  muy conocido ·por encontrar siempre la  palabra
                justa. Esta fue su  respuesta: el  J::j  se ha deslizado en la ecuación (4") como algo
                que dejamos escapar por casualidad, experimentando no obstante un alivio inapre-
                ciable después de haberlo producido involuntariamente.








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