Page 101 - Edición final para libro digital

CAPÍTULO 11.

acía apenas tres horas que comenzara su jornada laboral
cuando el teniente coronel Machta asomó por la puerta de
Hsu despacho.
—Señorita Hasbúm, comuníquele al teniente Kachka que se
pase a verme. Necesito hablar con él.
—En seguida señor. Ahora mismo se lo digo.
El comandante regresó a su estancia cerrando tras de sí. Fatma se
dirigió a la de Ariel para cumplir con el mandado. Abrió sin llamar,
algo que ya venía haciendo desde que la relación con el teniente
fuera mucho más allá de lo profesional.
—Ariel —le dijo desde la puerta—. El teniente coronel Machta
dice que vayas a su despacho. Quiere hablar contigo.
—¿Te ha dicho sobre qué?
—No, sólo que vayas allí.
—Está bien —dijo Ariel—. Termino con estos formularios y ya
voy.
—No le hagas esperar mucho, que luego me echa a mí la bronca.
—Tranquila, ya voy ahora —respondió él sonriendo.
Se levantó y salió detrás de Fatma. Llamó a la puerta contigua.
Mientras, ella volvía a su mesa.
—Adelante —escuchó decir a su superior.

99