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unilateralmente en este tema; razón por la cual recurro a su consejo.
Si están ustedes de acuerdo podemos comenzar la asamblea.
—Desde luego, cuando usted lo desee —dijo Reynes, el oficial
de más alto rango después del coronel Taback.
Los otros dos mandos superiores asintieron con un gesto. Ariel
miraba a uno y a otro lado, como buscando en los ojos de aque-
llos hombres un atisbo de complicidad que le hiciese menos tenso
el momento. Mas no halló en sus expresiones alivio alguno. Todos
ellos parecían estar labrados en piedra, como si los hubiesen elegido
a propósito para poner sus nervios al límite.
—Bien. Entonces comencemos ya —dijo el coronel. Y continuó
con la exposición de los hechos—. En su informe personal, el te-
niente coronel Machta resalta el buen hacer, la disciplina y la capa-
cidad de trabajo del teniente Kachka, así como su compromiso con
la institución y su destacada capacidad intelectual. Dice el coman-
dante que considera al teniente merecedor de un ascenso, pero que
no entra a juzgar la información llegada a él sobre su vida personal.
Junto a su recomendación me ha enviado también un detallado do-
sier de los servicios de investigación internos. Esto es lo que nos trae
hoy aquí. Esa información personal es lo que quisiera que tratemos
en esta reunión; ya que el teniente Kachka, según estos documen-
tos, tiene una relación personal con una mujer palestina, hermana
de dos acusados por terrorismo -el coronel hizo una pausa al decir
esto último, y en ese instante los demás dirigieron sus miradas ha-
cia Ariel, como si todo aquello fuese una coreografía previamente
ensayada-. Teniente Kachka —continuó el coronel Taback—. ¿Qué
tiene usted que decir sobre lo que pone en este informe?
—No he leído ese informe, señor. No puedo decir nada sobre
algo que no conozco.
—Sobre sus vínculos con esta mujer, Fatma Hasbúm. ¿Es cierto
lo que aquí se dice?, ¿que tienen ustedes una relación sentimental
desde hace unos meses?
—Sí señor, eso es cierto. Hace unos meses he conocido a esa mu-
jer y mantenemos una relación amorosa. Pero nunca he sabido que
sus hermanos fuesen terroristas, ella ni siquiera me dijo, hasta esta
semana, que tuviese hermanos.
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