Page 177 - Edición final para libro digital

—Cariño —comenzó diciendo el joven—. Mañana temprano
debo volver a la base.
—Lo sé —le interrumpió ella.
—Pero no regresaré por la noche como teníamos pensado.
Fatma se apartó entonces definitivamente. Como si al acelerarse
su corazón fuesen sus propios latidos los que la empujaban hacia
atrás.
—No entiendo por qué me dices eso. Habíamos hablado…
Él la silenció nuevamente.
—Lo sé cariño. Pero hay cosas que requieren mi compromiso.
Recuerda que soy militar y me debo al servicio de mi país.
—No lo olvido. Pero creía que ya habías sido definitivamente
destinado.
—Y lo he sido. Pero antes de que podamos permanecer defi-
nitivamente juntos debo afrontar una importante misión. De ello
depende la vida de tres de nuestros soldados.
Entonces Ariel le explicó a Fatma todo lo referente a su inmedia-
to compromiso. La puso al tanto de la importancia que ella misma
tendría en aquella tarea y como habían decidido llevarla a cabo. Fat-
ma se mostró contrariada ante lo que su novio le estaba diciendo,
pero los argumentos del joven hebreo terminaron disuadiéndola. La
idea de que terminada aquella misión ambos podrían, por fin, tener
una tranquila vida juntos, pesó en la becaria lo suficiente como para
dar su apoyo al hombre de su vida.
Aclaradas las razones que les llevarían a separarse nuevamente,
ambos se durmieron abrazados. Fatma no quiso preocupar a Ariel
contándole lo sucedido con su madre esa misma tarde. Mucho me-
nos pensaría en distraer su pensamiento confesándole su reciente-
mente conocido embarazo. Esperaría a que todo aquello terminase
para darle la feliz noticia.

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