Page 192 - Edición final para libro digital
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lucha armada contra Israel. Lo que nos está demandando es que
entreguemos nuestras vidas para que se salven sus tres soldados.
—No sólo para eso. También para que expiéis vuestra culpa y
facilitéis la vida de Fatma; a quien tanto habéis hecho sufrir con
vuestro comportamiento. De todos modos, vuestra intervención en
esto no tiene por qué poner vuestras vidas en peligro.
—Fatma no será nunca bien recibida en su sociedad. Jamás los
judíos aceptarán que una palestina forme una familia con un hebreo.
—Ese hebreo que desea formar una familia con Fatma es mi hijo.
Y si yo, mi esposa y mi hijo aceptamos a Fatma como parte de nues-
tra familia, todo lo demás no importa. Ella es muy consciente de
que sólo necesita estar con Ariel para ser feliz. Permitid que alcance
su sueño.
Nuevamente, los dos palestinos se miraron en silencio. Pareciera
que tenían el don de comunicarse sin hablar. Finalmente, el mayor
de los Hasbúm dijo aquello que David tanto esperaba.
—Está bien, colaboraremos. Seremos su moneda de cambio y les
ayudaremos en todo cuanto podamos para llevar esto a buen término.
Esperemos que nuestro líder acceda a un intercambio. Aunque nada
garantiza que Boulus Musleh acepte. Él ha de poner sus propias con-
diciones, y no es seguro que sea nuestra liberación la que solicite.
—Hemos pensado en ello y consideramos que vosotros sois, aho-
ra mismo, los hombres que más pueden interesar a Musleh. Hay
otros prisioneros que podrían ser requeridos, pero son hombres ya
condenados. Musleh sabe que difícilmente el gobierno aceptaría tal
petición ya que se le echaría encima la opinión pública, y eso no es
algo que guste mucho a los políticos. Tenemos información fiable de
que vuestra liberación es una opción interesante para él. Por lógica,
Musleh querrá recuperar a dos de sus hombres más implicados para
continuar con su lucha. En nada le beneficia ejecutar a nuestros sol-
dados. Recuperar a su gente para que sigan combatiendo ha de ser,
sin duda alguna, la elección más razonable.
—Debemos suponer que en cuanto se lleve a cabo el intercambio
su ejército tomará represalias. No parece muy acorde a sus políticas
de guerra devolver a los prisioneros con el conocimiento de que
seguirán luchando.
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