Page 110 - Mucho antes de ser mujer
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Mucho antes de ser mujer

            celular pero no había muchos nombres, lo que era un claro indica-
            tivo de las escasas relaciones del fallecido. Entre las pocas opciones
            disponibles eligió una sin ninguna razón concreta, simplemente era
            el segundo contacto que aparecía en la lista, el primero era Bremon,
            el traficante que la había ultrajado el día anterior por unos gramos
            de droga, no era buena idea llamarle; marcó el segundo contacto,
            un tal Miguel.
                 Miguel respondió a la llamada; en la pantalla de su teléfono
            aparecía el nombre de Ernesto, un viejo conocido del mundillo en
            el que él se movía; pero lo que escuchó al otro lado de la línea fue
            la voz atropellada de Elena.
                 —Ernesto está muerto.
                 —¿Cómo?, ¿quién eres?
                 —Soy Elena, la pareja de Ernesto.
                 —No sé de qué me estás hablando, ¿qué es eso de que Ernesto
            está muerto?
                 —Está muerto en el apartamento. Por favor, no sé qué hacer.
                 —Tranquilízate y dime qué ha ocurrido.
                 Elena le contó lo mejor que pudo lo sucedido desde la tarde
            anterior, aunque omitió el detalle de la cita con Bremon. Sentía
            vergüenza y prefirió no mencionar el tema. También le habló de su
            pasado, de cómo había conocido al sujeto que yacía muerto en el
            piso  Miguel no supo muy bien cómo reaccionar, si bien conocía
            a Ernesto, su relación no era la de dos amigos íntimos; sino que se
            limitaba a ciertas actividades poco legales, normalmente relaciona-
            das con el trapicheo de estupefacientes. Pero toda aquella historia
            que le estaba contando la chica lo estaba ablandando. Ante la gra-
            vedad de los acontecimientos intentó evitar complicaciones.
                 —No sé quién eres ni cómo tienes mi número, pero yo no
            tengo nada que ver con ese tío.
                 —Ya te he dicho quién soy, Ernesto te tenía en los contactos
            de su teléfono, por favor, no sé a quién recurrir, necesito que me
            ayudes.


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