Page 161 - Mucho antes de ser mujer
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José Manuel Bermúdez
para sacar, al menos, provecho de la circunstancia, y mi estrecha
complicidad con Susana sería una de las claves para conseguir mi
propósito.
Sabía que no podríamos salir de la finca sin correr el peligro
de que alguien nos conociese, pero tampoco asumíamos la idea de
permanecer en aquel recinto el resto de nuestras vidas, así que ten-
dríamos que afrontar el riesgo y, lo que resultaría más complicado,
convencer a mi padre para que nos lo permitiese, bajo palabra de
no ponernos en contacto con nadie que pudiese hacer peligrar sus
negocios.
Mi padre llevaba ya dos días sin abandonar la vivienda; se ve-
nía encontrando mal desde hacía casi una semana y había delegado
en su pareja todos los compromisos adquiridos para tomarse un
descanso e intentar recuperarse. Posiblemente no se me presentaría
mejor ocasión que aquella para comenzar a ejecutar mi plan, en
cuanto llegase Susana la convencería para que me ayudase a per-
suadir a mi padre; si todo iba según mis previsiones, no tardaría en
formar parte de la organización como heredera de mi progenitor.
No resultó difícil involucrar a Susana en el asunto, ella ha-
bía desarrollado un especial sentimiento hacia mí y no necesitaba
insistir mucho para hacerme con su complicidad a la hora de con-
seguir algo de Bremon. Su colaboración y el creciente afecto que
mi padre venía demostrándome facilitaron enormemente nuestro
acercamiento.
—Susana, quisiera comentar contigo algo importante.
—Claro, dime qué es.
—Tanto yo como mis amigos hemos asumido ya que sólo
permaneciendo con vosotros nos libraremos de los problemas que
nos supondría enfrentarnos a la policía, pero quisiéramos poder
colaborar y disponer de más libertad de movimiento, y tú podrías
ayudarme a convencer a mi padre para nos permita salir de vez en
cuando, no vamos a escaparnos.
Susana me miró pensativa, ella también se jugaba mucho en
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