Page 165 - De la luz a las tinieblas

—¡Gosún! —lo llamó nervioso, sin levantar
excesivamente la voz.
Los demás intentaron igualmente localizar al górona con
la mirada.

—¿Dónde se ha metido? —preguntó Orgán preocupado.
—No lo sé, estaba tan solo unos metros delante de mí.
Fue como si se lo tragase la tierra.
—Vamos. Debemos averiguar qué le ha ocurrido —dijo
Orgán.
—No es conveniente que nos movamos ahora. Esos
monstruos vienen hacia aquí, y podrían descubrirnos.
Permanezcamos quietos hasta que se hayan ido.
—A lo peor ya nos han visto. Parece que se dirigen
directamente hacia nosotros —dijo Dalman.
—Esperemos que no. Pero estad listos para defendernos
—advirtió Andrés.
Durante un buen rato, permanecieron inmóviles,
esperando a ver como reaccionarían aquellos individuos

cuando llegasen a su altura.
Los tres sujetaban con fuerza las empuñaduras de sus
machetes. Dispuestos a impedir, a toda costa, ser víctimas de
aquellos aberrantes sujetos.
Garan, no apartaba la mirada de la zona en el que
desapareciera su congénere. Se lo notaba muy inquieto,
preocupado por la suerte que habría corrido Gosún.
No parecía dispuesto a luchar contra aquellos leviatanes.
Semejaba saber de antemano que nada podrían hacer en su
defensa. Quizás su instinto, o quizás algún natural

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