Page 173 - De la luz a las tinieblas
P. 173
Llegados a aquel punto se detuvieron. Aquella nueva
cavidad no les aportaba confianza. Pero, si querían continuar,
no había otro camino.
Fue Andrés quien tomó la iniciativa. Iría de primero.
Orgán le preguntó:
—¿Estás seguro de que podrás hacerlo?
—¿Veis a Gosún por alguna parte? —dijo el pastor a
modo de respuesta.
—No, Evidentemente no anda por aquí.
—Pues eso. Ha tenido que tomar este mismo camino. Si
él lo ha logrado, nosotros también lo lograremos.
La lógica del joven era aplastante. A no ser que Gosún
estuviese atascado en algún sitio del aquel natural desagüe.
Fuese lo que fuese, ellos no podrían fallecer en el intento.
Pero no los seducía la idea de pasar la eternidad atorados en
una grieta subterránea.
—Iremos de uno en uno. En caso de que se complique
para el que va adelante, siempre podrán socorrerlo los que
vengan detrás.
—Tiene su lógica —dijo Dalman.
Orgán se encogió de hombros.
—Para que Dalman no ponga ningún inconveniente tiene
que ser una muy buena idea. Vamos allá.
Andrés se introdujo el primero en el agujero. Avanzó,
deslizándose hacia abajo, ayudado por la caída del agua que
le empujaba. Orgán le siguió al cabo de un rato. El muchacho
no había emitido ninguna alarma. Era indicativo de que todo
iba bien. Por último, Dalman siguió la ruta de sus
compañeros.
179